Unión de familias en la Safor y la Marina Alta ante el déficit de transporte público

Por segunda vez intentan promover y financiar un sistema de autobuses que permita a sus hijos estudiar en institutos de ambas comarcas

La estación de autobuses de Gandia, en una imagen de archivo.

La estación de autobuses de Gandia, en una imagen de archivo. / Levante-EMV

Gandia

Aunque parezca mentira, la Administración sigue sin poner solución a un problema cuya gravedad debería hacer reflexionar mucho y, sobre todo, actuar con rapidez y eficacia. Hay estudiantes de muchas localidades de la Safor y de la Marina Alta que desisten de seguir en las aulas, especialmente cuando optan por un ciclo formativo de Formación Profesional, simplemente porque nadie puede trasladarles cada día desde sus casas hasta el instituto correspondiente si este se encuentra en otra localidad. El municipio de Pego es el mejor ejemplo de ello, pero en cierta medida así están también Gandia, Oliva, Dénia, el Verger, Ondara, Pedreguer o Gata de Gorgos.

El problema, o la deficiencia, está en que la Administración no ha sido capaz de articular en muchos años un sistema de transporte público entre esos municipios que sirva a los estudiantes. Es decir, que un estudiante de Pego pueda acudir cada día a un instituto de Oliva, Gandia o Dénia, donde existen muchos ciclos de Formación Profesional, y poder regresar a casa, en un tiempo razonable, cuando concluyen las clases.

Ante esta situación, y por segunda vez, un grupo de familias de varias localidades, pero especialmente Pego, se ha puesto en marcha. "El alumnado rural tiene el derecho de continuar estudiando después de la ESO, pero a menudo no puede por carencia de transporte. Esta es una desigualdad educativa que hay que revertir, y no podemos esperar que todo lo resuelvan las administraciones", señala Silvia Pastor, una de las madres promotoras de la nueva asociación Familias por la Movilidad Estudiantil, que se ha puesto manos a la obra para cubrir ese inmenso vacío que deja la Administración, fundamentalmente la Generalitat Valenciana que es la competente en transporte público interurbano.

En una reunión que ha tenido lugar en Pego familias de la Safor y la Marina Alta han hecho un llamamiento a todas aquellas personas que sufren este problema y conseguir que, esta vez sí, el próximo curso pueda operar un servicio de autobús dirigido a esos estudiantes y, así, garantizar que sus hijos e hijas puedan formarse en aquellas disciplinas que más les interesen. Solo así garantizarán que una parte de ellos no acabe abandonando los estudios.

Según señalan los promotores, la idea es crear dos líneas de bus que partirían desde Pego. Una hacia el Verger, Ondara, Dénia, Pedreguer y, si se considera oportuno, Gata de Gorgos. La otra, hacia el norte, se dirigiría hacia Oliva, Bellreguard y Gandia, donde hay institutos en los que se cursan ciclos de FP muy demandados.

La entidad, sin ningún ánimo de lucro, no puede determinar cuánto costaría financiar ese servicio, pero se estima que rondaría entre los 45 y 55 euros al mes por cada estudiante. Lo fundamental es que se pueda conseguir el mayor número de usuarios porque eso reduciría los precios, dado que solo se considera factible si consiguen llenar, en ambas líneas, dos autobuses grandes que saldrían a la hora establecida para dejar a los estudiantes a las puertas de su instituto, regresando al término de la jornada lectiva.

Un proyecto compartido para comarcas conectadas

La asociación Familias por la Movilidad Estudiantil ha bautizado su iniciativa "Impulsando el Futuro: Transporte Intercomarcal para Jóvenes Estudiantes", consciente de que, una vez más, el déficit del transporte público en estas dos comarcas, comenzando por esa quimera llamada tren Gandia-Dénia, está dificultando el acceso a los centros donde sus hijos pueden formarse y prepararse para el futuro en aquellas especialidades que desean.

La asociación trabaja en la programación de reuniones informativas con representantes de los equipos directivos y las asociaciones de familiares de alumnos de los institutos destinatarios y con representantes de los ayuntamientos con los que abordar posibles líneas de colaboración que, llegado el caso, puedan aportar una parte de los gastos. “Este servicio no puede ser un negocio, sino una herramienta de justicia social”, remarca la asociación durante la reunión que ha tenido lugar en Pego.

“Sin movilización no habrá servicio”

Uno de los puntos clave de la sesión fue la advertencia que si no se organizan las familias en cada municipio, este año no se podrá activar ninguna línea. Por eso, la asociación ha lanzado un llamamiento a través de un nuevo canal informativo y sumar futuros usuarios hasta conseguir completar los autobuses que pretende poner en marcha.

Con este enfoque, las familias hacen un "llamamiento claro y contundente" a las administraciones locales, entidades educativas y otros agentes sociales para se sumen a una iniciativa "que busca garantizar el derecho en la educación en igualdad de condiciones, se viva donde se viva".

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