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Gandia busca dónde poner la planta de biomasa rechazada en Marxuquera

El Gobierno local trata de evitar la polémica y opta por otro emplazamiento para la instalación

Una de las alternativas está junto al cementerio municipal

Una pancarta en Marxuquera contra la planta de biomasa.

Una pancarta en Marxuquera contra la planta de biomasa. / Levante-EMV

Gandia

El Gobierno de Gandia ya ha tomado la decisión de asumir el rechazo de muchos vecinos de Marxuquera a la instalación de una planta de biomasa, consistente en una máquina trituradora de restos vegetales para su posterior aprovechamiento y un depósito para su posterior retirada.

Ese proyecto se había diseñado para ubicarlo en la antigua cantera situada entre las urbanizaciones de Xauxa y Montepino, a una considerable distancia de las viviendas. Pero a pesar de que no se trata de una actividad especialmente molesta, nociva o contaminante, los vecinos pidieron un cambio de ubicación. Entre otros motivos, alegan ruidos e incremento de tráfico en esa carretera.

La respuesta del Gobierno local a ese rechazo fue evitar el enfrentamiento y la polémica, de manera que anunció la creación de una comisión especial para determinar qué se hace. Esa comisión, que está a punto de constituirse, ya tiene el primer encargo dirigido a los técnicos, que es buscar alternativas de emplazamiento de la planta de biomasa.

La concejala de Medio Ambiente, Alícia Izquierdo, señala que incluso ya existen lugares en donde sería factible ubicar esta infraestructura respetando los criterios urbanísticos y garantizando que no habrá molestias. Uno de esos espacios es junto al cementerio municipal, en la carretera de Almoines, donde hace años funcionó provisionalmente una planta de transferencia de basuras urbanas.

La antigua cantera de Marxuquera, donde se había proyectado la planta de biomasa.

La antigua cantera de Marxuquera, donde se había proyectado la planta de biomasa. / Levante-EMV

El proyecto de la instalación de biomasa fue concebida hace unos años, pero los trámites y la búsqueda de financiación han retrasado su construcción y puesta en funcionamiento. El Ayuntamiento de Gandia quiere así aprovechar no solo los restos de poda y de vegetales que se generan en su término, incluyendo los de las parcelas agrícolas privadas, sino también la de todos los municipios de la comarca que lo deseen. De hecho, varios alcaldes ya han expresado a la concejala Alícia Izquierdo su interés por unirse a este proyecto ambiental que situaría a la Safor como una de las primeras comarcas valencianas en este campo. Cuando Gandia concibió este proyecto ya señaló que podría convertirse en la primera gran ciudad con un sistema de gestión de esos residuos para garantizar la «quema cero».

Es así como se podría conseguir, o al menos acercarse, al concepto de aprovechamiento de restos agrícolas que reclama la Unión Europea. Los fuegos que se encienden para deshacerse de la poda no solo contribuyen al cambio climático, sino que muchas veces son causa de incendios forestales. Además, echan a perder un material que puede ser fuente de energía renovable. El material que se extrae de una planta de biomasa puede ser empleado para muchos usos, entre ellos alimentar calderas industriales o domésticas.

El ayuntamiento pide al Consell que reserve la ayuda de 200.000 euros

Del aproximadamente medio millón de euros que costaba este proyecto, el Ayuntamiento de Gandia disponía de una subvención ya concedida de 200.000 euros procedentes de la Generalitat Valenciana. Visto que el rechazo de los vecinos de Marxuquera lleva camino de buscar otra ubicación, con el consiguiente retraso que va a suponer, el consistorio sabe que no va a poder cumplir con los plazos establecidos, y eso pone en riesgo la recepción de la ayuda de la Administración autonómica.

La concejala de Medio Ambiente, consciente de esta situación, ya remitido un escrito a la Generalitat explicando que las causas del retraso no están tanto en la inacción del ayuntamiento, sino en la polémica surgida con los vecinos que han rechazado esta instalación cerca de sus casas y a la necesidad de encontrar otro lugar.

El objetivo de la misiva es que la Administración autonómica «entienda» esta situación y, en la medida de lo posible, reserve los 200.000 euros de ayuda para cuando sea posible construir la planta de biomasa. De lo contrario, tendría que ser el ayuntamiento quien ponga la totalidad del dinero.

El calendario inicial obligaba a tener lista y operativa la instalación a finales de este mismo año, algo que, a todas luces, ya resulta imposible. Siendo optimistas, como pronto la planta de biomasa sería una realidad a mediados o finales del año próximo.

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