Gandia responde a la tormenta del 13 de octubre y cuadruplica el colector del sur
Urbanismo modifica en tiempo récord la capacidad del tubo que evitará la inundación en Benieto, Dulcesol y el hospital
Vicky Foods paga más de la mitad de la inversión, que se hará de inmediato

La avenida de Alacant, vista desde las instalaciones de la empresa Dulcesol, totalmente inundada a mediodía del pasado 13 de octubre. / Levante-EMV
La tremenda tormenta que sacudió a Gandia el pasado 13 de octubre, con 130 litros por metro cuadrado en poco más de dos horas y el consiguiente caos que eso generó en la ciudad, también ha emitido enseñanzas que el Ayuntamiento de esta ciudad ha asumido de inmediato.
Una de las zonas que más se vio afectada por la subida del agua, no debido a un desbordamiento de cauce, sino por simple acumulación e imposibilidad de evacuar al ritmo que llovía, fue el área del sur de la ciudad, entre el hospital comarcal, la avenida de Alacant, la calle Rajolar y el polígono de Benieto. Allí donde se encuentra la conocida factoría de Dulcesol.
La subida del nivel de agua causó daños en algunos coches estacionados o que se quedaron bloqueados, pero, como en el resto de la ciudad, la precipitación aminoró a eso de la 1 del mediodía y el nivel ya fue bajando.
En esa zona el departamento de Urbanismo de Gandia tenía proyectado un colector para evacuar el agua de lluvia, a través de la calle del Rajolar y el Camí Vell d’Oliva, pero las imágenes que se vieron en la tormenta del 13 de octubre han llevado a rediseñar esa obra y, en tiempo récord, se ha optado por una modificación que va en el sentido de incrementar la capacidad de dicho canal subterráneo.
La directora de Urbanismo de Gandia, Maite Alonso, explica a este periódico que inicialmente se había previsto cubrir un tramo de la calle del Rajolar y el Camí Vell d’Oliva con una canalización de medio metro de diámetro. Tras la lluvia torrencial y sus consecuencias, si embargo, ordenó rediseñar la obra. La decisión ha sido prolongar el colector hasta la rotonda donde confluyen la avenida de Benieto, la carretera de Almoines y las calles Tetuà y Vilallonga. Además, ya no será una canalización de medio metro, sino de un metro, lo que equivale a cuadruplicar el caudal de agua evacuado. Esa tubería conectará en la rotonda citada con otro colector, mucho mayor, que vierte las aguas pluviales directamente al cauce del Serpis en un punto situado junto al puente de la avenida del Raval.
La intención es evitar que esa zona de Gandia siga inundándose debido a que está situada algo por debajo de la cota general del espacio que la rodea y afecta no solo a una gran empresa como Dulcesol, con mucho tráfico de coches y camiones, sino también al resto del polígono industrial y comercial de Benieto, al principal acceso a Gandia desde el sur y al propio hospital comarcal Francesc de Borja, cuyo párking subterráneo también quedó parcialmente inundado en aquel 13 de octubre.
Inicio de obras inmediato
Maite Alonso señala que ese sistema contra inundaciones ha sido una de las primeras propuestas de la recientemente constituida Entidad de Gestión y Modernización (EGM) del polígono de Benieto, y su financiación cuenta con una importantísima ayuda de la empresa Dulcesol, muy interesada en evitar inundaciones que puedan afectar a su producción o a la entrada y salida de trabajadores y camiones de mercancías.
Así, de los 600.000 euros en que está valorado el proyecto, aproximadamente el 40% llegan del ayuntamiento y la Generalitat, a través del Instituto Valenciano de la Competitividad Empresarial (Ivace), y el otro 60% de la propia mercantil gandiense. Está previsto que las obras comiencen de forma inmediata, y se espera que todo el sistema esté acabado en dos o tres meses.
Este va a ser otro más de los muchos grandes colectores de aguas pluviales, auténticos barrancos subterráneos, que, construidos a lo largo de décadas, hacen de Gandia una de las ciudades más preparadas para resistir lluvias de enorme intensidad, como se demostró en los dos episodios que se registraron en apenas un mes y medio, los pasados 29 de septiembre y 13 de octubre.
Mejoras en Alcodar y no olvidar la avenida del Mar
El colector de mayor capacidad diseñado entre el polígono de Benieto y el cauce del río Serpis, que contribuirá a evacuar el agua en esa zona del sur de Gandia, no es la única actuación contra inundaciones que se va a acometer. La directora de Urbanismo, Maite Alonso, señala que en breve se dispondrá de otro proyecto para canalizar el agua de lluvia en el polígono de Alcodar, situado en la zona norte, donde hace unos años ya se construyó un gran colector que desagua al barranco de Beniopa, justo al lado. El objetivo es evitar que allí una acumulación o desbordamiento de agua pueda causar muchos daños económicos si alcanza suficiente nivel para entrar en las numerosas industrias y comercios de esa zona.
Y el Gobierno local, como anunció el alcalde y varios concejales, insistirá a la Entidad de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar), dependiente de la Generalitat, para resucitar el plan contra inundaciones en el tramo de la avenida del Mar que se encuentra entre los cascos urbanos de la ciudad y el Grau. Allí se proyectó un depósito de tormentas de 10.000 metros cúbicos, pero ningún Gobierno de la Generalitat lo ha impulsado y ahora, con los últimos episodios, se considera imprescindible para evitar daños.
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