­

«Si se abandona la vacunación, la enfermedad eliminada vuelve». Así de claro lo expresó Juan José Picazo, jefe de servicio de Microbiología del hospital San Carlos de Madrid, en el I Foro de discusión y análisis sobre vacunas que congregó en Alhama de Aragón a expertos de primera fila que analizaron las consecuencias de la tendencia de no vacunar a los niños surgida en los últimos años.

«Ahora hay una pérdida de confianza en las vacunas porque hemos olvidado las ventajas», aseguró Javier Díez, jefe del área de Investigación de Vacunas de la Conselleria de Sanidad, que precisó que las vacunas, como cualquier medicamento, «no son seguras al cien por cien» y que «tienen efectos secundarios».

Uno de cien mil vacunados contra la gripe desarrolla el síndrome neurológico de Guillain-Barré, si bien Javier Díez destacó que esta misma vacuna disminuye los accidentes cerebro-vasculares (ictus) y los infartos en personas mayores.

«Cualquier vacuna tiene un perfil de seguridad superior a cualquier medicamento», afirmó el investigador valenciano que añadió que siempre hay casos asociados a la aparición de enfermedades semanas después de la administración de la vacuna.

Responsable de las investigaciones sobre la seguridad de las vacunas que se hacen en la Comunitat Valenciana, Javier Diez confesó que por falsas asociaciones entre vacuna y enfermedad, se retiraron dos.

Díez relató el caso de un niño que fue citado en el Centro de Investigación de Salud Pública de Valencia para participar en un ensayo de seguridad con una vacuna, pero se dio la circunstancia que cuando el niño fue se habían agotado las dosis experimentales y el menor fue citado para el siguiente lunes. Ese mismo día —era viernes— por la tarde, el niño comenzó a sentirse mal y tuvo que ser hospitalizado. Seis meses más tarde al niño le extirparon el bazo. «Si al niño se le hubiera administrado la vacuna y hubiera enfermado después, yo hubiera sido el primero en pensar que lo había causado la vacuna», agregó Díez que destacó la gran dificultad a la que se enfrentan los propios investigadores de diferenciar una relación causal y casual.

El director del Centro Nacional de Gripe de Valladolid, Raúl Ortiz de Lejarazu, afirmó que no hay epidemia de gripe que dure menos de seis semanas y que hay 116 virus que pueden producir síntomas parecidos a la gripe. La gripe de este año ha provocado 1.612 casos graves y 187 muertes, el 75% fueron personas mayores con factores de riesgo. Un 85%, sin vacunar.

La malaria, el sida, la hepatitis C y la tuberculosis aún tendrán que esperar algunos años hasta contar con una vacuna que evite su infección y propagación.

El mayor riesgo de que los niños no vacunados enfermen se asocia al argumento paterno

El argumento de los padres que se oponen a vacunar a sus hijos está en relación directa con el riesgo infeccioso al que éstos se exponen, según observó el investigador D. A. Salmon. En su estudio (2005) concluye que la afirmación de que los niños reciben más vacunas de las que necesitan entraña un riesgo de enfermar para ellos 17 veces superior. Decir que los niños sanos no necesitan vacunas, supone 14 veces más riesgo y asegurar que las vacunas hacen más daño que beneficio, 13.

En el I Foro de Discusión y Análisis de Vacunas organizado por Sanofi-Pasteur, que comercializa una veintena de vacunas, los especialistas dejaron claro que «ninguna vacuna está exenta de riesgos», si bien aseguraron que «cuando una vacuna sale al mercado el perfil de seguridad es extraordinario». «Es el medicamento más seguro que tenemos y el que más muertes ha evitado», declaró Javier Díez, jefe del area de investigación de vacunas de Salud Pública de la Conselleria de Sanidad. p. g. b. valencia