El formato moderno de actividades diarias, las preocupaciones y el trabajo están diametralmente opuestas a sentirse relajado. Es muy difícil salir de ese estado de estrés continuo. Tanto así, que muchas veces, lo trasladamos a nuestro tiempo de descanso. Y lo que es peor… al tiempo de sueño. Si no podemos ir a un spa, podemos traernos el spa a casa. Si sabemos tomarnos un rato de nuestro tiempo, en nuestro cuarto de baño podemos crear un ambiente propicio para relajarnos y seguir un ritual de belleza. (Sigue leyendo...)