Alrededor de nueve millones de niños y niñas morirán a causa de una neumonía en la próxima década si las naciones no aumentan, de forma unánime y consensuada, medidas para hacer frente a esta y otras enfermedades. Así lo establece un nuevo análisis de la Universidad John Hopkins publicado con motivo de la celebración del Foro Global de Neumonía Infantil.

Y es que, esta patología representa ya la principal causa de mortalidad entre menores. Pero, ¿qué la causa? 

Según detalla el doctor Vicente Olaya, neumólogo pediátrico y especialista de la UCI neonatal y pediátrica del Servicio Integral de Pediatría del Hospital Quirónsalud Valencia, esta responde a la infección de “una gran variedad de microorganismos, principalmente virus y bacterias”. 

Neumonía: qué es y sus causas

La infección vírica o bacteriana, como explica Olaya, llega al pulmón a través del tracto respiratorio superior, más conocido como nariz o garganta. Al llegar a los pulmones, los microorganismos desencadenan una respuesta inflamatoria que llena los espacios alveolares de pus/ restos celulares… dificultando la oxigenación de la sangre.

En los casos de neumonías bacterianas, el doctor del Hospital Quirónsalud València advierte: los padres deben prestar atención a síntomas como fiebre elevada, tos productiva o dificultad respiratoria. No obstante, las neumonías víricas presentan una sintomatología menos perceptible. “Los síntomas son más graduales y, a veces, el único indicio puede ser la fatiga, la tos seca irritativa o algún pico febril aislado”, detalla.

Además, insta a desechar el concepto erróneo que hace alusión a un “principio de neumonía”, ya que esta enfermedad “se tiene o no se tiene” y apunta que “la neumonía y la pulmonía son la misma enfermedad”, solo que este segundo término está en desuso.

Síntomas de neumonía en niños pequeños

La sintomatología de la neumonía en niños y niñas pequeñas varía en función de la edad del menor y el agente causal —virus o bacteria—. Es importante destacar que su proceso infeccioso suele ser similar al de un resfriado o gripe complicada por lo que, en muchas ocasiones, especialmente en lo que a niños pequeños se refiere, puede ser difícil de diagnosticar. 

- Dificultad respiratoria. Respiración rápida con quejido o silbido

- Respiración abdominal

- Costillas marcadas en cada inhalación y exhalación

- Tos productiva con moco

- Fiebre alta

- Escalofríos

- Congestión nasal

- Vómitos o rechazo de la ingesta de alimentos

-  Dolor en el pecho

- Malestar general

- Fatiga

- Coloración azulada en los labios

El examen físico, la auscultación pulmonar, la radiografía de tórax y analítica de sangre, pueden ayudar al diagnóstico de dicha enfermedad. ED

Cómo saber cuándo un niño respira mal

Cuando un niño o niña respira mal, aclara el neumólogo pediátrico y especialista de la UCI neonatal y pediátrica del Servicio Integral de Pediatría de Quirónsalud, suele tener una respiración más rápida de lo habitual, “agitada”. “Se le marcan mucho las costillas, abre las fosas nasales, tiene el habla entrecortada y con quejido, se fatiga, etc.”, puntualiza Olaya.

Cómo se diagnostica la neumonía en niños

Los médicos pediatras diagnostican la neumonía después de un examen físico en el que comprueban aspectos como la respiración, además de realizar una auscultación pulmonar. En caso de considerarlo oportuno, también solicitan una radiografía de tórax o analítica de sangre, pese a que el diagnóstico es eminentemente clínico.

En los casos de neumonía grave, el niño o niña que sufra la enfermedad requerirá ingreso hospitalario, aunque, como manifiesta el doctor Vicente Olaya, “la mayoría de neumonías se curan con el tratamiento y manejo ambulatorio sin mayor complicación”. Así, solo se trata con antibióticos aquellos casos en que la infección responde a una bacteria y solo los casos más adversos precisarán antibioterapia intravenosa y oxigenoterapia.

La neumonía es causada por la presencia de microorganismos como virus o bacterias. ED

Qué hacer cuando un niño tiene neumonía

Ante cualquier sospecha, como sucede con el resto de enfermedades, se debe acudir a un centro médico. El o la pediatra realizarán una valoración inicial del menor y, tras el examen físico, emitirán un diagnóstico. 

Respecto al domicilio, la tarea es sencilla: facilitar el descanso y ofrecer líquidos para que los niños estén hidratados. En el caso de que el médico haya pautado tratamiento farmacológico, bastará con suministrarlo en el horario establecido.

Solicita más información en el servicio de pediatría del hospital Quirónsalud Valencia