Los farmacéuticos de hospital representan un 2 % del total de profesionales farmacéuticos en España. Pese a que muchos ciudadanos pueden no diferenciarlos desde el punto de vista clínico-asistencial, su actividad en el hospital tiene muchas diferencias respecto a las que se desarrollan en las oficinas de farmacias, que es donde trabajan la mayoría de farmacéuticos asistenciales.

¿Conocen los ciudadanos toda la actividad asistencial que desarrollan los servicios de farmacia hospitalaria? 

El farmacéutico de hospital es un especialista altamente cualificado, cuya misión principal consiste en asegurarle a sus pacientes que el tratamiento farmacológico que se le va a aplicar en el hospital sea seguro y efectivo. 

Los pacientes externos y ambulatorios saben de la importancia de los farmacéuticos especialistas en la preparación, control y seguimiento de sus tratamientos. Sin embargo, la mayor parte de la actividad que realizan los farmacéuticos de hospital se da sobre los pacientes ingresados, cuyo conocimiento puede que sea algo menor.

Este año se ha puesto en marcha el proyecto piloto de entrega de medicamentos hospitalarios en las oficinas de farmacia de la Comunitat Valenciana, liderado por el MICOF. ¿Qué tipos de pacientes podrán beneficiarse de este programa?

El proyecto piloto es parte de un programa de la Conselleria de Sanidad de implantación de procesos de teleasistencia para el control y seguimiento farmacéutico de los pacientes, que incluye la posibilidad de entrega domiciliaria de la medicación en casos concretos y bajo criterios clínicos establecidos desde el hospital. 

En esta fase inicial, debe establecerse qué pacientes y bajo qué criterios deben ser incluidos en esta modalidad de dispensación domiciliaria. En función de la necesidad de acudir al hospital para pruebas diagnósticas o consultas médicas y de farmacia, los pacientes podrán ir alternando la modalidad de dispensación de medicamentos hospitalarios de recogida en el hospital, la oficina de farmacia que elijan o en su propio domicilio.

Los farmacéuticos de hospital tienen una labor vital en el tratamiento farmacológico de los pacientes. ED

¿Cómo valora los primeros meses de funcionamiento del servicio?

Soy muy optimista y creo que las cosas están yendo bien. El número de pacientes con entrega de medicación hospitalaria a través de las oficinas de farmacia supera con creces el millar y da una idea de que solo algunos pacientes concretos son candidatos a este tipo de entrega de medicamentos, puesto que esta cifra no llega ni al 2 % de los pacientes. Con la incorporación de asistencia telemática y del desarrollo de los planes de la Conselleria, este porcentaje se incrementará en el futuro.

La colaboración de la farmacia comunitaria en el proceso de entrega de medicamentos hospitalarios dispensados desde las unidades de pacientes externos de los servicios de farmacia hospitalaria supone un reto. ¿Es este un colaborador adecuado para este nuevo proceso?

Estas unidades de atención farmacéutica a pacientes externos atienden a 70.000 pacientes al año. Este proceso de dispensación hospitalaria está controlado por el servicio de farmacia del hospital, que trabaja en equipo con los servicios médicos del hospital para el seguimiento clínico y farmacéutico de los pacientes. Esta colaboración va a impulsar definitivamente este proceso de modernización de la farmacia comunitaria.

¿Ha sido la crisis sanitaria provocada por la covid-19 un acicate para impulsar este servicio?

Sí, la pandemia ha acelerado procesos y servicios que ya estaban previstos en la agenda sanitaria pero que, por la urgencia, nos hemos visto obligados a implantar de forma inmediata. Al inicio de la pandemia, vivimos momentos muy difíciles en los que era evidente que podíamos poner en riesgo a los pacientes si les obligábamos a acudir al hospital a las consultas. Desde los servicios de farmacia de los hospitales, pusimos en marcha medios extraordinarios para dispensar los medicamentos hospitalarios en los domicilios de los pacientes.

¿Considera que esta iniciativa puede facilitar futuras colaboraciones entre las oficinas de farmacia y los centros hospitalarios en beneficio de los pacientes atendidos por el hospital?

Esa es la idea. Tras la situación de crisis y confinamiento, la Conselleria de Sanidad y la Dirección General de Farmacia buscaron fórmulas para encontrar un sistema sostenible de entrega de medicación hospitalaria a domicilio. La propuesta presentada por la alianza que formaban los colegios oficiales de farmacéuticos de la Comunitat y las empresas de distribución farmacéutica fue un total acierto.

¿Cómo ha afectado a la farmacia hospitalaria la sobrecarga asistencial generada por el coronavirus?

Esto ha sido muy duro para todos. Esta pandemia generó un problema enorme en los recursos humanos disponibles en los hospitales, debido a las bajas de personal infectado o aislado por contactos externos. La sobrecarga asistencial que generó la pandemia supuso una disminución drástica de recursos y la necesidad de un esfuerzo que todo el sistema sanitario padeció. 

Tengo que agradecer la respuesta de la Conselleria y la Dirección General de Farmacia, por el esfuerzo importante en contratar el mayor número de profesionales sanitarios disponibles para contrarrestar este impacto. 

¿Cómo se han reorganizado las funciones del farmacéutico hospitalario?

Durante el pico pandémico, todos los pacientes tenían el mismo perfil patológico, por lo que todos los farmacéuticos de hospital estábamos focalizados en el mismo tipo de pacientes, cuando habitualmente nos especializamos en diferentes tipos de pacientes. Los enfermos covid eran nuestra prioridad y la única diferencia entre los pacientes era su gravedad. En la actualidad estamos normalizando paulatinamente nuestra actividad.

Fachada principal de la sede del MICOF en València. ED

Una de las alarmas durante la pandemia ha sido el desabastecimiento de medicamentos en los hospitales. ¿Cuáles han sido los motivos y cómo se han gestionado desde los servicios de farmacia hospitalaria?

Un alto porcentaje de los pacientes ingresados eran covid y utilizaban los mismos medicamentos, algo para lo que la cadena de suministros de medicamentos hospitalarios no estaba preparada. Las existencias de medicamentos que tienen los laboratorios farmacéuticos están muy controladas y adecuadas a las necesidades habituales del conjunto de hospitales de nuestro país en situaciones de normalidad. 

Todos los hospitales empezamos a tener ese desabastecimiento de determinados medicamentos, por lo que la Agencia Española de Medicamentos tuvo que vigilar las existencias de los medicamentos a nivel nacional para controlar su distribución.

La pandemia ha llevado al límite nuestro Sistema Nacional de Salud. ¿Qué podemos concluir de esta crisis?

Todo el Sistema Nacional de Salud tiene que reflexionar y sacar conclusiones sobre todo lo que nos ha sucedido dentro y fuera de los hospitales. Sin embargo, destacaría que tenemos un Sistema Nacional de Salud y de atención hospitalaria magnífico, pero que es frágil. En situaciones normales está bien, pero hay que tener muy claro cuáles son los planes de contingencia en caso de que esa normalidad desaparezca, como ha sucedido.

¿Considera que los servicios de farmacia hospitalaria están suficientemente dotados de personal farmacéutico para cumplir con sus funciones?

No es una novedad que, pese a tener un alto nivel, el Sistema Nacional de Salud español tiene carencias de recursos importantes. Por supuesto, la farmacia hospitalaria no es una excepción.

¿Hacia dónde se dirige el futuro de esta especialidad?

La farmacia hospitalaria se enfrenta a cuatro grandes retos en los próximos años. En primer lugar, la instauración de sistemas de calidad y seguridad terapéutica en los hospitales es una función principal de los servicios de farmacia; por otro lado, esta especialidad se dirige a cubrir necesidades de atención farmacéutica especializada en áreas muy específicas, lo que supone que los farmacéuticos especialistas requieran de una superespecialización; en tercer lugar, la innovación organizativa, que puede tener un mayor impacto sobre la satisfacción de los pacientes que la innovación tecnológica; por último, el Sistema Nacional de Salud debe adaptar los procesos de teleasistencia a las necesidades del sistema y de nuestros pacientes.