La visión es uno de los sentidos más importantes en las personas. Sin embargo, y como ocurre con otras partes de nuestro organismo, los ojos van perdiendo algunas de sus capacidades con la edad. De este modo, se estima que todas las personas padecen algún problema relacionado con la visión a lo largo de su vida.
En este sentido, las cataratas son una de las patologías con mayor prevalencia y suponen la principal causa de ceguera en el mundo, con más de 17 millones de personas. La mayoría de las cataratas se desarrollan lentamente y no alteran la vista en etapas tempranas. Sin embargo, con el tiempo, estas terminarán interfiriendo en la visión de los usuarios, dificultando las tareas diarias, como la conducción o el trabajo con el ordenador.
Las cataratas aparecen cuando se da una opacidad de la transparencia normal del cristalino del ojo, que permite enfocar objetos situados a diferentes distancias. Con ello, se produce una pérdida de elasticidad, capacidad de enfoque (presbicia) o transparencia, que da pie a la aparición de cataratas.
Por lo tanto, se entiende que la edad es el principal factor responsable de este problema —en un 80 % de los casos diagnosticados—, que afecta a más de la mitad de las personas mayores de 65 años. “La causa más frecuente es el envejecimiento ocular, pero hay muchas otras causas posibles como las cataratas congénitas, las secundarias a inflamaciones oculares o a cirugías oculares previas”, afirma el doctor José Francisco Marí, coordinador del Servicio de Oftalmología del Hospital Quirónsalud Valencia.
Pese a todo, el doctor Marí reconoce que “no todas las cataratas implican una pérdida de visión ni es necesario operarlas, aunque es lo más frecuente”.
Síntomas de las cataratas
Las cataratas no se pueden prevenir, ya que están asociadas al envejecimiento natural de nuestros ojos. La visión se pierde poco a poco y, por eso, al principio las personas afectadas resuelven esta situación cambiando de posición el objeto, alejándolo hasta conseguir enfocarlo.
Sin embargo, con el tiempo, estos problemas se complican y se hace necesario acudir a un profesional para solucionarlos. Pero, ¿cuáles son los principales síntomas para reconocer la aparición de cataratas?
Según el doctor José Francisco Marí, “el más frecuente es la disminución de la agudeza visual, pero también son frecuentes otros como la fotofobia (molestia a la luz), la pérdida de visión en la oscuridad, el cambio de la refracción del paciente y, en casos raros, la visión doble y otras”.
Cirugía de cataratas
Las cataratas son la patología más operada en los países desarrollados. En España, se realizan más de 500.000 operaciones al año, lo que identifica a las cataratas como una de las cirugías más demandadas en la oftalmología.
“Hoy en día, la cirugía más indicada es la facoemulsificación del cristalino con ultrasonidos e implante de una lente intraocular. La técnica se realiza habitualmente con anestesia local, disolución con ultrasonidos de la catarata y aspiración de la misma, e implante de una lente intraocular en el saco del cristalino que respetamos. No suele necesitarse sutura para cerrar las incisiones, porque toda la técnica se realiza por una incisión principal de unos 2 milímetros”, explica el coordinador del Servicio de Oftalmología del Hospital Quirónsalud de Valencia.
La cirugía de cataratas es un procedimiento seguro y eficaz que suele indicarse cuando la pérdida de visión impide o dificulta al paciente realizar su vida cotidiana. “La única manera de eliminar una catarata es por medio de la cirugía”, destaca el doctor Juan Cruz, especialista del servicio de oftalmología del Hospital Quirónsalud Valencia.
En opinión del doctor Cruz, “no existe edad límite para realizar esta cirugía, aunque es recomendable no llegar a la fase de cataratas hipermaduras, ya que la cirugía en esos casos tiene un riesgo más elevado de complicaciones”.
La presbicia: fase inicial de las cataratas
La presbicia o vista cansada es la pérdida gradual de la capacidad para ver objetos de cerca. No es una enfermedad, sino un proceso fisiológico normal que se produce con el envejecimiento del cristalino y forma parte de la fase inicial de las cataratas.
Este problema, que afecta a prácticamente la totalidad de la población, surge a partir de los 45 años, cuando el cristalino se vuelve más rígido y pierde elasticidad. No hay manera de detener ni revertir el proceso normal del envejecimiento que causa la presbicia, aunque puede corregirse con el uso de gafas, lentillas o con cirugía.
“La presbicia se manifiesta por la dificultad para realizar trabajos en visión próxima. La más frecuente es la lectura, y se nota cuando hay que alejar el texto para poder leer. Sin embargo, esto tiene un límite y hay que recurrir a las gafas con graduación para visión cercana”, subraya el doctor Marí.
Cirugía de la presbicia
Muchos pacientes acuden a consultas de oftalmología para tratar de eliminar la presbicia con cirugía. Pero, ¿es esto posible?
“Sí, pero la única posibilidad hoy en día es la sustitución del cristalino, como en una catarata, y el implante de una lente intraocular multifocal en sus distintas variantes, según las necesidades del paciente. Lo más frecuente es usar las lentes trifocales, que sirven para todas las distancias”, comenta el coordinador del Servicio de Oftalmología del Hospital Quirónsalud Valencia.
De este modo, los pacientes que se someten a una intervención de presbicia no necesitan realizar otra, pasado el tiempo, para las cataratas. “La cirugía de la presbicia con lente intraocular extrae el cristalino y lo sustituye por una LIO trifocal. Así pues, se elimina el núcleo y cortex cristaliniano, que es donde se forman las cataratas con la edad”, afirma el doctor Juan Cruz.
Además, los doctores del Hospital Quirónsalud Valencia coinciden en afirmar que es posible corregir las cataratas y la presbicia en una única intervención. “En la actualidad, la cirugía de cataratas refractiva “Premun” incluye la extracción de la catarata y el implante de una lente trifocal esférica, con el objetivo de resolver también el problema refractivo coexistente con la catarata (miopía, hipermetropía o astigmatismo)”, añade el especialista del Servicio de Oftalmología del Hospital Quirónsalud Valencia.
Por último, el doctor Marí señala que “en más del 99 % de los casos, la cirugía cursa sin complicaciones y la recuperación es muy rápida”. De este modo, si la anestesia ha sido tópica el paciente se va con el ojo destapado y viendo, aunque la recuperación visual total suele darse en los siguientes días. “El postoperatorio es indoloro y lo único es que debe llevar unos colirios antibióticos y antiinflamatorios durante tres o cuatro semanas”, concluye José Francisco Marí.
Solicita más información en el Servicio de Oftalmología del Hospital Quirónsalud Valencia.
