La hiperplasia benigna de próstata (HBP) es una de las patologías más frecuentes en los hombres, pues afecta a más del 50 % de los varones a partir de los 50 años, así como al 80 % una vez cumplidos los 80 años. 

Su origen responde a un agrandamiento de la glándula prostática que, por lo general, se produce lentamente. “El problema surge cuando este agrandamiento prostático comienza a presionar la uretra y a hacer que el flujo de la orina se vea comprometido”, explica Juan José Monserrat, urólogo del Hospital Quirónsalud València

Las causas, incide, son muy diversas, pues en esta dolencia intervienen factores como la herencia, los factores genéticos y raciales, el envejecimiento, determinados estilos de vida o los factores hormonales y dietéticos.

Además, recalca que la mayoría de los síntomas asociados a este trastorno se presentan de manera gradual y progresiva, tales como la necesidad de levantarse a orinar por la noche, el aumento de la frecuencia miccional, la urgencia y los escapes ocasionales unidos a una sensación de vaciado incompleto, lo que ocasiona múltiples molestias y una merma de la calidad de vida del paciente.

Por ello, el especialista recomienda acudir al urólogo ante la presencia de cualquiera de estas señales y, de manera imprescindible, someterse a un chequeo urológico anual a partir de los 50 años. “Si no tratamos la HBP a tiempo deriva en patologías más graves como la litiasis vesical, la insuficiencia renal, las infecciones severas o la retención de orina, que obliga al paciente a portar una sonda de manera permanente”, afirma el urólogo.

Rezum, tratamiento de HBP basado en vapor de agua

El Sistema Rezum se trata de una técnica mínimamente invasiva, efectiva y segura para tratar la hiperplasia benigna de próstata. Entre sus múltiples ventajas destaca que no pone en riesgo la continencia urinaria ni la función sexual masculina —eyaculación retrógrada, disfunción eréctil, etc.— , a diferencia de otros tratamientos o técnicas quirúrgicas convencionales. 

Infografía sobre el funcionamiento del Sistema Rezum aplicado en el Hospital Quirónsalud València. ED

Además, no se necesita ingreso y permite intervenir a los pacientes de forma ambulatoria con sedación. Entre sus particularidades se encuentra que este tratamiento endoscópico utiliza vapor de agua. ¿Cómo?

Se realiza a través de la uretra mediante un dispositivo que inyecta vapor de agua directamente en el tejido prostático, lo que provoca una necrosis inmediata de este tejido. Posteriormente, la zona tratada se reabsorbe de forma espontánea con vapor de agua, eliminando el tejido sobrante. 

Además, la energía que desprende el vapor del agua coagula los vasos sanguíneos con la consiguiente ausencia de sangrado. Cabe destacar, apunta el doctor del Hospital Quirónsalud València, que este proceso alivia los problemas ocasionados por el crecimiento de la próstata y sus síntomas.

¿Para quién está indicado el tratamiento Rezum?

El tratamiento Rezum aplicado en el Hospital Quirónsalud València está indicado para pacientes con síntomas urinarios leves o moderados o, asimismo, con problemas para tolerar la medicación de la próstata.

También para casos de hiperplasia benigna de próstata leve o moderada y para personas con próstatas mayores de 30 cc y menores de 80 cc. Del mismo modo, pacientes interesados en conservar la eyaculación o aquellos de edad avanzada con elevado riesgo quirúrgico.

Ventajas de la técnica Rezum

Entre las múltiples ventajas que ofrece esta técnica mínimamente invasiva, Rezum destaca por ser indolora. Se realiza de forma ambulatoria, por lo que una vez finalizada la intervención el paciente puede volver a su domicilio en el mismo día.

  • No pone en riesgo la función sexual masculina ni la continencia urinaria, así como la eyaculación ni la erección
  • Corto tiempo quirúrgico, alrededor de 25 minutos
  • Mínimamente invasiva 
  • Se realiza con sedación o anestesia local 
  • No es necesario ingreso, pues se trata de una intervención ambulatoria
  • La recuperación es más rápida y causa menos molestias que otros procedimientos

Postoperatorio

El doctor Juan José Monserrat explica que el paciente deberá mantener una sonda vesical tras la intervención entre tres y siete días que, posteriormente, será retirada en el mismo centro hospitalario

Así, experimentará una mejoría transcurridas dos semanas del tratamiento y será progresiva hasta los tres o seis meses del mismo, cuando se consigue el máximo resultado. De hecho, menos del 5 % de los pacientes requiere un nuevo  tratamiento antes de los cuatro años.

Láser de próstata o láser verde, al detalle

El láser verdeGreen Light XPS o láser de próstata— es una técnica mínimamente invasiva, segura y eficaz para tratar la hiperplasia benigna de próstata y que también se emplea en el Hospital Quirónsalud València.

Intervención a un paciente con hiperplasia benigna de próstata mediante la técnica del láser verde. ED

Esta técnica indolora cuya duración oscila entre los 30 y 90 minutos, basada en la fotovaporización prostática, es un tratamiento endoscópico que se lleva a cabo a través de la uretra y sin incisiones. La energía láser que vaporiza el tejido prostático se aplica de manera selectiva, consiguiendo la disminución de la obstrucción prostática y de los síntomas del tracto urinario inferior.

Habitualmente, este tratamiento se efectúa bajo anestesia epidural o regional y en pacientes con mala tolerancia al tratamiento farmacológico, hombres mayores que padecen otras patologías como diabetes o  cardiopatías y, especialmente, los que reciben tratamientos anticoagulantes y antiagregantes.

Es importante matizar, señala el doctor de la Unidad de Urología del Hospital Quirónsalud València, que en el postoperatorio se deja una sonda vesical que puede ser retirada a las 24 o 48 horas

Todas las ventajas del láser verde

Las principales ventajas de la terapia con láser verde o Green Light XPS son:

  • Tratamiento mínimamente invasivo
  • Ausencia de sangrado
  • Hospitalización inferior a 24 horas
  • Alivio inmediato de los síntomas  y mejoría del flujo urinario
  • Recuperación rápida, pues el paciente podrá realizar tareas habituales pasados dos o tres días desde la intervención
  •  Los resultados se mantienen a largo plazo
  • No afecta a las erecciones y la continencia

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