A los 35 años Thayná Azous llegó a España procedente de Brasil con apenas 500 euros en el bolsillo y una hija pequeña para empezar de cero: «No imaginaba que llegaría a tener mi propia empresa después de haber pasado por tanto y con tan poco hasta el punto de pensar en rendirme y regresar a mi país». 

¿Cuáles son las dificultades de una mujer al llegar a otro país? 

No es nada fácil ser mujer y menos todavía ser mujer latina y madre en un país que no es el tuyo. En principio parecía que solo se me abrían puertas para algunos tipos de empleos como limpiadora, cuidadora, etc. Se me hizo muy difícil porque siempre me daba la impresión de que tenía que probar mi capacidad intelectual y mis capacidades de emprendimiento el doble que cualquiera. Pero, poco a poco, sobre todo haciendo uso de  las redes sociales, fui teniendo mi espacio y consiguiendo que mi profesionalidad tuviera el respaldo  de miles de mujeres, extranjeras o no, que emplean, que pagan sus impuestos, que son emprendedoras, madres, solteras o no…

Usted es especialista en micropigmentación. ¿Cómo empezó en la micro aquí?

Con muchísimas dificultades al principio. Parece una exageración, pero llegué a solicitar ayuda de Cáritas y con mucho honor me mantuve en pie hasta que un día hubo un giro. Recuerdo que tenía una camilla muy pesada e iba atendiendo a domicilio. De hecho, hoy aún arrastro una tendinitis en mi hombro por esto. En esa época es cuando me di cuenta de que había un camino más inteligente. La estrategia fue ofrecer mis servicios a muchas clínicas de estética.

Muchísimas profesionales tienen formación en estética pero pocas están especializadas en la nanopigmentación, una técnica más natural que la micropigmentación convencional. Esto hace que haya una demanda enorme en los centros de estética de profesionales realmente capacitados. En el primer mes encontré doce colaboradores. Hasta hoy siento un profundo cariño por esos centros que me abrieron las puertas. La facturación empezó a funcionar. No lo podía creer. Recuerdo sentarme en un banco del centro y echarme a llorar de la emoción. 

¿Cómo empezó en España? 

Yo llegué a España como la mayoría de los inmigrantes, con muchos sueños, con muchas aspiraciones pero aterrorizada, con mucho miedo. Estar sola en un país , sin amigos y sin familiares es algo realmente desafiante y aterrador, pero no me quedaba otra que enfrentar.

Descubrí algunas plataformas online y empecé a trabajar no solo de micropigmentación sino cualquier tipo de trabajo como limpiar, cuidar de niños, hacer uñas aunque en un principio mis uñas y pestañas eran malísimas (risas). Tras pasar algunas malas experiencias, poco a poco logré ofrecer mi especialidad, que es la nanopigmentación, una técnica que les ayuda a sacar lo mejor de cada persona.

Thayná Azous atendiendo a la famosa CrisCanaria. ED

En la actualidad es usted un referente en su sector. ¿Cómo lo ha conseguido?

Humanicé la marca. Como no tenía el mejor estudio, las mejores herramientas, siempre ofrecía el mejor trabajo, el mejor trato humano y compartía todo esto en las redes sociales con verdades, con logros y con derrotas y dificultades, compartía mi día a día como madre y como mujer. En las redes sociales, en innumerables ocasiones solo ves mentiras. En mi caso, yo llegué enseñando que soy humana, de carne y hueso.  

¿Cuál es el perfil de su clientela?

Clientas que vienen de todas las partes de España... de Ibiza, de Murcia, de Cataluña... y muchas de ellas son famosas. Mi labor actualmente está enfocada a la formación en mi propio centro, y tengo alumnas que vienen de Andalucía, Galicia, País Vasco... y de otros países como el Reino Unido, Noruega, Francia... pero el 95 % de mi alumnado es de todo el territorio español. 

También damos cursos fuera de València como en Andalucía, Cataluña y Madrid. La mayoría de mis alumnas ya trabajan con la estética y son mujeres de entre 25 y 55 años. Hace poco formé a una mujer de 68 años, que se dedicó toda la vida a la estética y quería incorporar esta técnica en sus servicios, que era uno de sus sueños y lo consiguió.

¿En qué consiste la micropigmentación? 

En la micropigmentación avanzada generalmente trabajamos las cejas, los ojos y los labios, donde recuperamos la forma, añadimos color, intensidad, etc. En el caso de las cejas, cambiamos totalmente la arquitectura de estas haciendo que una persona que se siente mayor o cansada recupere la vitalidad de su mirada. La frase que reza «los ojos son el espejo del alma» es muy cierta, pero los ojos necesitan de un adorno, de un marco, de un cuadro... y este cuadro son las cejas, que cumplen una función esencial para el aspecto de la mirada. 

En cuanto a la micro labial, que es una de las técnicas más demandadas en mi estudio, las mujeres que tienen los labios pálidos o con aspecto de poca salud no necesitan estar pintándoselos siempre. Yo siempre digo que la micropigmentación es la belleza inteligente, y lo mismo vale para el eyeliner, pues muchas mujeres se pasan tanto tiempo de su día intentando realizar un eyeliner perfecto y sabemos que con la micropigmentación es bastante más efectivo. Está totalmente dirigido hacia la mujer moderna, práctica y que quiere verse bonita siempre.

¿Qué hay de la vertiente paramédica de la micropigmentación?

En la parte estética existe un factor muy importante que es el aspecto emocional, como cuando una persona se ve más joven después del procedimiento, o en el caso de la micropigmentación paramédica, como la recuperación de aureola mamaria después de un cáncer o para la alopecia areata, o donde algunas partes de su cabello tienen fallos podemos recubrir… 

Después de los procedimientos, en estos casos, son momentos de mucha emoción, es algo muy gratificante, casi imposible no llorar al ver el resultado final. En el día de la mujer, yo que trabajo con mi público 90 % femenino, me siento afortunadísima de poder ayudar a poder reconstruir y embellecer a cada una de esas personas que me buscan.

¿Qué mensaje enviaría a las mujeres que quieren emprender?

Les diría que es normal sentir miedo. Al final crecemos escuchando que ser empresaria, o que emprender, es algo muy distante. Para aquellas personas que sueñan con emprender, en ser dueñas de su propio tiempo, que sepan que si está siendo posible para mí, con todos los patrones que quebré, para cualquiera será posible. Hay un mercado enorme allá fuera esperándote.

¿Planes para el futuro?

Sí, muchos, debido al crecimiento de la empresa, nosotros estamos siendo forzados a expandirnos, tanto en contratación de personal como en la apertura de nuevas unidades. Mi sueño es crear filiales por toda España. Algo un poco pretencioso, pero después de todo lo que logré, creo que seré capaz de ello. Escucharéis el nombre de la marca Thayná Azous mucho por ahí… Esto es genial porque mi plan es capacitar y emplear a mujeres en situaciones de vulnerabilidad.

¿Y en cuanto a trabajo social?

Para personas que necesitan algún tipo de reconstrucción ya sea aureolar o labios leporinos… es un tipo de servicio totalmente gratuito. Que se pongan en contacto con nosotros que tendremos el enorme placer de ayudarles.