El Hospital Clínico Universitario de València se ha sumado al programa de reciclaje de los contrastes yodados que se utilizan en determinadas pruebas para diagnosticar enfermedades mediante tomografía computerizada (TAC).

Los medios de contraste yodados, utilizados para mejorar la visibilidad de las imágenes, ayudan a diagnosticar y así establecer un tratamiento más preciso, destaca el centro sanitario en un comunicado.

Es uno de los hospitales pioneros en la Comunitat en aplicar este sistema. Se trata de un programa llevado a cabo por profesionales de enfermería del Servicio de radiodiagnóstico, oncología radioterápica e intervencionismo vascular.

El contraste que no puede ser utilizado por distintos motivos en las pruebas diarias y que antes se desechaba, ahora se almacena en contenedores especiales que, una vez llenos, se trasladan a las instalaciones de Noruega dentro del programa de GE Healthcare. Una vez allí, el medio de contraste yodado se vuelve a procesar y el yodo es utilizado para la producción de nuevos lotes. De este modo se reduce la huella medioambiental y se disminuye la necesidad de materia prima nueva puesto que el yodo es un recurso no renovable.

Tal y como ha explicado el supervisor de enfermería del Servicio de radiodiagnóstico, Cristóbal Sánchez, el Clínico "se suma al grupo de hospitales que tiene en cuenta la necesidad de cuidar el medio ambiente y apostar por la sostenibilidad". "Se trata de una acción que no supone coste y cuyo beneficio es mejorar el medio ambiente. Hasta la fecha, los sobrantes de los contrastes de desechaban, ahora, los restos no contaminados se almacenan y se envían para su tratamiento y posterior reutilización del yodo", añade.

El servicio de radiodiagnóstico del Hospital Clínico de València realiza al año más de 33.000 pruebas de tomografía computerizada (TAC) que requieren contraste.