En un mundo que cada vez se mueve más rápido y donde cada vez hay más alimentos procesados y menos naturales, no es de extrañar que vivamos pendientes del tiempo, ya sea para llegar en hora a las múltiples citas que acordamos cada día, para cumplir con nuestras tareas diariamente o para controlar si la comida que ingerimos está en buen estado.

Y es que, desde que los alimentos envasados empezaron a aparecer en nuestra vida, esto ha sido una constante: es necesario confirmar que todo aquello que ingerimos está en perfectas condiciones y, por lo tanto, no va a ser un riesgo para nuestra salud.

Hace 70 años muy pocos tenían neveras en casa y productos que ahora forman parte de nuestra alimentación más rutinaria eran prácticamente desconocidos o debían elaborarse de manera artesanal en casa, con todo lo que ello conllevaba. Yogures, quesos frescos, pan... todo se tenía que hacer manualmente e intentar conservar de la mejor manera posible y se sabía que estaban en buen estado porque se consumían siempre recién hechos.

Alimentos que no caducan nunca

Ahora nuestro estilo de vida ha cambiado y vivimos pendientes de las fechas de caducidad. Muchos de los alimentos que ingerimos han sido sometidos a complejos procesos de conservación para prolongar su vida útil y, por eso, el fabricante siempre ha de indicar en un lugar bien visible hasta cuándo es óptimo el consumo de cada producto.

Sin embargo, hay seis alimentos que no caducan nunca. Pueden estropearse si no se almacenan correctamente y verse afectados por algún tipo de mini plaga, como que algunos tipos de insectos puedan emplearlos a modo de refugio en el que criar, pero poco más.

Son alimentos prácticamente imperecederos que, con un poco de cuidado, duran meses y meses. Aunque los compremos envasados y veamos una fecha en el que paquete, ésta suele indicar el consumo preferente recomendado, no la fecha de caducidad, puesto que son conceptos totalmente diferentes. La fecha de caducidad indica a partir de qué momento un producto puede pasar a estar en mal estado y la fecha de consumo preferente marca el límite en el que el fabricante o envasador garantiza las propiedades de ese producto al 100 %; es decir, no señala cuándo empezaría a ponerse malo cada producto, sino qué día podría comenzar a deteriorarse sin ser peligroso para la salud.

Los seis alimentos que no caducan nunca son:

El arroz es un cereal que, con un correcto almacenaje, se mantiene perfectamente durante largos períodos de tiempo. Pexels/Zhugewala

Arroz

Es un cereal que, conservado en buenas condiciones, puede llegar a durar hasta 30 años sin perder propiedades. El arroz seco (antes de ser cocinado) ha de almacenarse en un espacio seco, limpio, fresco y alejado de las fuentes de calor. Su principal enemigo es el gorgojo: un pequeño insecto que come cereales y harina y al que le gusta el calor y la humedad, factores que hay que intentar evitar a toda costa para que el arroz se conserve a la perfección.

El azúcar se conserva inalterable durante meses y meses. Pexels/Suzy Hazelwood

Sal y azúcar

La sal es un conservante natural y, de hecho, ya la utilizaban como tal en la época de la antigua Roma e incluso antes. Tanto la sal como el azúcar son productos no perecederos que absorben la humedad de los alimentos y, por tanto, evitan que se generen hongos y bacterias en ellos. Tanto la sal como el azúcar pueden cambiar su textura, pero no se hacen malos. Eso sí: hay que almacenarlos lejos de la humedad para que se mantengan en perfecto estado.

Las legumbres, reconocidas mundialmente como superalimentos. Pexels/NEOSiAM

Legumbres secas

Están reconocidas como superalimentos por todas las propiedades que brinda su consumo. No caducan nunca si se almacenan correctamente. Lo único que les pasará será que se volverán más duras y será necesario un mayor tiempo de cocción cuando vayas a consumirlas. Para guardarlas y que no pierdan propiedades, lo mejor es meterlas en un recipiente hermético que las mantenga alejadas del aire y de la humedad.

La miel se conserva durante años y años sin que se alteren sus propiedades. Pexels/Roman Odintsov

Miel

Es otro superalimento que durante milenios ha ofrecido todos sus beneficios a aquellos que la consumen de manera regular. Fruto del laborioso trabajo de las abejas, se conserva durante años y años sin perder propiedades y apta para deleitar a los paladares más exigentes. Lo ideal es guardarla a temperatura ambiente (lo mejor para conservarla) y lejos de la luz solar. A ser posibles en tarros de vidirio muy bien cerrados.

Chocolate negro

Es el que mejor se conserva debido a que es el que menor proporción tiene de leche. Para mantener todas las propiedades de este reconocido superalimento hay que almacenarlo en un lugar fresco y seco, sin olores fuertes y sin grandes variaciones de frío o calor. Lo ideal es mantenerlo alejado de la humedad y de la luz solar.

El vinagre es un conservante natural que ofrece una mayor vida útil a los alimentos en los que se encurte. Pexels/Polina Tankilevitch

Vinagre

Se trata también de un conservante natural empleado durante milenios. El ácido acético es lo que permite que los alimentos se mantengan imperecederos durante mucho más tiempo porque evita que se generen hongos y bacterías en aquellos productos tratados con vinagre. De hecho, las conservas de alimentos en vinagre tienen un tiempo de vida mucho más prolongado que el mismo alimento sin vinagre.