Aunque faltan algunas semanas para la entrada oficial del verano, lo cierto es que la época estival está cada vez más presente y las playas ya se están llenando de personas que quieren disfrutar del sol, el aire libre y por qué no... también de las posibilidades que este entorno ofrece para ponerse en forma. La playa es un entorno ideal para practicar algunos deportes propios de esta época del año, como bolei, surf o natación en aguas abiertas... hay muchos.
Sin embargo, no todo el mundo tiene la forma física que requieren algunas de estas disciplinas. Para ellas también hay alternativas y también la playa es el escenario perfecto. De hecho, hay un deporte que cada vez más se está consolidando en los arenales. Combina los mejor de andar con las ventajas de hacerlo en el agua. Se trata de caminar dentro del agua, aprovechando la resistencia del agua para conseguir mejores resultados. No se trata de caminar por la playa, que también es una alternativa... sino hacerlo dentro del agua.
Un deporte que evita lesiones en las articulaciones
Lo ideal es hacerlo a la distancia precisa de la orilla como para que el agua llegue a la cintura. Con las piernas totalmente sumergidas, se trata de empezar a andar paralelo a la orilla. El esfuerzo que requiere este movimiento es mayor que hacerlo fuera del agua. El consumo calórico también. Sin embargo, al hacerlo dentro del agua, las articulaciones padecen menos impactos que en el exterior. Además, y para mejorar el avance, de forma instintiva también se hace uso de los brazos por lo que también se moviliza el tren superior y de nuevo aumenta el consumo calórico.
Para poder practicar este deporte no hace falta ningún equipamiento especial. Sin embargo, no todas las playas serían aptas para este tipo de paseos acuáticos. Las ideales son aquellas que disponen de cierta plataforma con poca profundidad y sin grandes irregularidades.
