Las medusas más frecuentes y peligrosas del Mediterráneo

Se debe guardar precaución porque algunas de ellas con extremadamente peligrosas

Muchos son los desafortunados que cada año sufren alguna picadura de medusa cuando se disponen a disfrutar de un día de playa. En la mayoría de los casos el contacto con una medusa provoca únicamente quemazón, picor, y lesiones dermatológicas, pero hay que tener cuidado porque algunas medusas son extremadamente peligrosas. Por este motivo te explicamos cuáles son las medusas más frecuentes del Mediterráneo y cuán peligrosa es cada una de ellas.

Olindias phosphorica

La medusa cruz (Olindias phosphorica) es una de las más urticantes que existen en las costas valencianas. Esta hidromedusa transparente presenta cuatro líneas radiales blancas opacas y una umbrela rodeada de pequeños tentáculos de color azul o burdeos. Es recomendable acudir al médico si tras una picadura de medusa se sufren mareos, dolor de cabeza o alteraciones del pulso.

Medusa cruz (Olindias phosphorica).

Medusa cruz (Olindias phosphorica). / Universidad de Alicante

Cotylorhiza tuberculata

La medusa Cotylorhiza tuberculata, más conocida como medusa huevo frito, es común en todo el mar Mediterráneo, tanto durante el verano como durante el otoño. Su peligrosidad es baja, podría llegar a provocar una urticaria, pero es bastante difícil que esto suceda ya que sus tentáculos son de poca longitud y sus células urticantes tienen una densidad baja. Su picadura podría, en todo caso, producir irritación en la piel y picor. En el caso de que no exista ningún tipo de reacción alérgica, no sería necesaria la atención médica.

Pelagia noctiluca

La medusa Pelagia noctiluca, comúnmente conocida como medusa luminiscente, abunda en el mar Mediterráneo y también en el Atlántico. Lo más frecuente es encontrarlo en aguas abiertas, pero se acerca al litoral durante el verano. Su peligrosidad es alta, provocando no solo irritaciones y escozor en la piel, sino que también puede causar heridas abiertas que son suceptibles a infectarse con facilidad. Su picadura afecta a una gran superficie de piel por sus abundantes y largos tentáculos, lo que podría conllevar problemas a nivel respiratorio, cardiovascular, y evidentemente dermatológicos.

Rhizostoma pulmo

La medusa Rhizostoma pulmo, popularmente conocida como medusa aguamala o aguaviva, se encuentra en el mar Mediterráneo y en el Atlántico, llegando a sus costas en primavera, y permaneciendo en ellas hasta otoño. Su peligrosidad es media porque, pese a que no provoca cuatros dermatológicos graves, las irritaciones no solo son causadas por el contacto directo con esta medusa, sino que su simple presencia en el agua puede producirlas.

Aurelia aurita

La medusa Aurelia aurita es frecuente en el Mediterráneo y en el Mar Menor, pero también podría encontrarse en lagunas, como fiordos o bahías cerradas, pese a que sí que es cierto que se desarrolla mejor en aguas salobres. Su peligrosidad es muy baja.

Chrysaora hysoscella

La medusa Chrysaora hysoscella, más conocida como medusa de compases, no es de las más frecuentes, aunque puede encontrarse en enjambres tanto en el mar Mediterráneo como en el Atlántico. Su peligrosidad es alta, ya que su picadura provoca al principio picores y quemazón, y más tarde lesiones eritematosas y edemas que tardarían bastante en irse.

Physalia physalis

La medusa Physalia physalis, comúnmente conocida como carabela portuguesa, suele estar en aguas cálidas. Aunque es más probable encontrarla en el mar Atlántico, de manera ocasional podrían aparecer ejemplares en el Mediterráneo. Su peligrosidad es muy elevada, teniendo graves consecuencias para las personas afectadas por el contacto con sus tentáculos, que contienen una gran cantidad de nematocistos y un potente veneno con propiedades neurotóxicas, citotóxicas y cardiotóxicas que son capaces de provoca un shock neurógeno provocado por el intensísimo dolor. Esto podría llegar a tener consecuencias graves como conllevar un ahogamiento.

Velella velella

La medusa Velella velella, más conocida como velero, es frecuentemente vista en grandes enjambres. A diferencia de la mayoría de las medudas, es más probable encontrarla cerca de la costa durante el invierno y la primavera. No tiene ningún tipo de peligrosidad.

Aequorea forskalea

La medusa Aequorea forskalea se encuentra en el Atlántico, aunque cada vez es más frecuente verlas en algunas zonas del mar Mediterráneo, especialmente en las costas catalanas y baleares. No es peligrosa ya que no provoca picaduras.

Carybdea marsupialis

La medusa Carybdea marsupialis, cubomedusa, o avispón marino del Mediterráneo, no suele verse en las costas porque no alcanza aguas superficiales. No obstante, hay que tener cuidado con estos ejemplares de medusa porque su peligrosidad es muy elevada. Tan solo posee cuatro tentáculos, pero con muchos nematocistos que pueden extenderse hasta diez veces el tamaño de la umbrela.

Mnemiopsis leidyi

La medusa Mnemiopsis leidyi, es una especie que se reproduce muy rápidamente, por lo que se trata de una especie invasora. De hecho, una medusa adulta puede llegar a producir 3000 huevos al día. Su peligrosidad es nula.