También se les conoce como las polillas de la comida y suelen estar, como su nombre indica, rondando por la cocina y más concretamente por la despensa. Además sus meses favoritos para medrar son los más calurosos así que es probable que hayas visto unas cuantas palometas revolotear por tu hogar.

Estos bichos que tienen forma de mariposa y son de un color marrón resultan especialmente molestos aunque son inofensivos para los humanos, pero no para los alimentos que almacenamos en casa, sobre todo para la comida seca como las galletas, las harinas o el arroz.

En su etapa de oruga es cuando se torna más "destructiva" y echa a perder los alimentos que tenemos en casa. Pero para lograr acabar con esta plaga doméstica, lo que tenemos que hacer es actuar antes de que llegue a gusano y detectar el origen de la infestación.

Cómo acabar con las palometas en la cocina

Hay tres pasos ineludibles y altamente eficaces que nos llevarán a decir adiós definitivamente a la plaga de palometas en la cocina.

  1. Inspeccionar: Deberemos revisar toda la despensa para hallar el foco donde anidan estos bichos. Hay que prestar especial atención a los alimentos secos como galletas, cereales, arroz y harinas. Deshazte de ellos y saca la bolsa de basura lo antes posible de casa. También es interesante ojear las esquinas de la vivienda porque es donde suelen instalarse los capullos en el paso previo a convertirse en palometa.
  2. Limpiar a fondo: aspirar todas las superficies por donde puedan haber estado las palometas o sus huevos. La despensa, esquinas de la cocina e incluso las paredes o el techo para asegurarnos de que nos deshacemos de todos los nidos. Una vez hemos pasado el aspirador toca fregar con agua caliente y jabón.
  3. Evitar que vuelvan: las polillas odian el laurel así que un remedio para evitar que vuelva la plaga pasa por poner hojas de laurel en las esquinas de la despensa y de la estancias oscuras de la casa, o frotar con aceite de laurel. Hacer bolsitas rellenas de cáscaras de naranja o limón, los clavitos de olor o el aceite de cedro son muy efectivos. Incorporar vinagre blanco en la limpieza de las superficies también es muy efectivo.

Una recomendación extra para evitar esta plaga: guardar los alimentos en tarros de cristal que permiten un mejor aislamiento y evitan la proliferación de bichos.