Cada año, se diagnostican en España aproximadamente 3.300 nuevos casos de cáncer de ovario, según los datos de la Asociación Española contra el Cáncer. Esta tipología de tumor supone el 5,1 % del total de nuevos diagnósticos entre las mujeres; aunque no es uno de los más prevalentes, la incidencia presenta un ascenso constante desde los años 60. 

El cáncer de ovario es un tipo de patología con síntomas inespecíficos que dificultan una detección en estados iniciales, por lo que la detección suele ser habitualmente tardía. Para destacar la importancia de la prevención y la necesidad de contar con súper especialistas para abordar cada caso de la manera más efectiva posible, el Dr. Lucas Minig da las claves sobre el cáncer de ovario; es director de la Unidad de Ginecología Oncológica y Cirugía de Alta Complejidad del hospital IMED Valencia.

¿Qué es el cáncer de ovario con carcinomatosis peritoneal?

El cáncer de ovario es una enfermedad relativamente rara en la población, con tres grandes problemas. El primero es que no tiene una forma de detección temprana, no dispone de un cribado como el cáncer de cuello uterino con la citología cervical, o el cáncer de mama con la mamografía. Por ello, no hay forma de detectar el cáncer de ovario tempranamente, en etapas pre-malignas.

El segundo punto es que los síntomas que da son muy inespecíficos: distensión abdominal, dolor abdominal, sensación de plenitud después de comer (o sea te sacias rápidamente), cambios en el ritmo intestinal, etc. Esto hace que se demore el diagnóstico, más o menos una media de tres meses desde el inicio de los síntomas. ¿Por qué motivo? Porque los pacientes van repetidas veces a diferentes médicos. Suelen acudir a urgencias por distensión abdominal, por ejemplo. En Estados Unidos tenemos datos de que, de media, consultan a 3 médicos hasta que se llega al diagnóstico, entonces es ahí donde está parte de la demora.

El tercer punto es que es un cáncer de una rápida velocidad de crecimiento, es decir, desde la nada al todo pasan en torno a 3–6 meses. Eso hace que el 80 % de los cánceres de ovario los diagnostiquemos cuando la enfermedad ya se encuentra extendida, más allá del ovario, por la cavidad abdominal y pélvica en forma de carcinomatosis peritoneal. ¿Qué significa esto? Que son implantes o nódulos múltiples, incontables muchas veces, de diferente tamaño, distribuidos en el peritoneo. Y ¿qué es el peritoneo? Es una delgada membrana que recubre internamente toda nuestra cavidad abdominal y pélvica y ahí es donde se implantan estos nódulos, producto de la diseminación del tumor primario de ovario.

“Los síntomas son inespecíficos y suelen ser sensación de hinchazón en la zona abdominal; y que en algunos casos, provoca dificultades para respirar”

¿Es importante la detección temprana y acudir al especialista ante los primeros síntomas?

Por supuesto, esta dolencia va avanzando rápidamente. Normalmente los síntomas suelen ser una sensación de hinchazón en la zona abdominal, debido a la acumulación de líquido ascítico. Esto provoca que el perímetro de la zona abdominal vaya aumentando y, poco a poco, provoque mayores molestias, e incluso en algunos casos poder ocasionar dificultad para respirar. Es en este momento en el que muchas mujeres notan que algo está pasando, y acuden al médico que corrobora el diagnóstico.

¿Cuáles son los pasos a seguir una vez diagnosticado?

Como hemos dicho antes, no existe una forma de detección temprana para este tipo de cáncer y el 80 % de los casos los diagnosticamos en etapas avanzadas. 

El tratamiento para aplicar a estas mujeres surge de la combinación de cirugía y quimioterapia. Cuando hablamos de cirugía hacemos referencia a la extirpación de toda la enfermedad que, a veces, puede afectar a varios órganos. 

De tal forma, operar a estas pacientes significa cirugías de 6-7  horas con equipos quirúrgicos multidisciplinares. No solo somos nosotros, los ginecólogos oncólogos. En IMED Valencia somos un equipo quirúrgico formado por múltiples especialistas especialmente entrenados como los anestesistas, especialistas en cuidados intensivos, enfermeras, instrumentistas, cirujanos digestivos, cirujanos biliopancreáticos, entre otros. En definitiva, un equipo multidisciplinar para lograr el objetivo de quitar toda la enfermedad. La importancia radica en que el principal factor pronóstico que tenemos hoy en día para mejorar significativamente la supervivencia de las pacientes con cáncer de ovario avanzado.

La cirugía, combinada con la quimioterapia, suele ser el tratamiento más habitual frente al cáncer de ovario. ED

¿Qué porcentaje de éxito están teniendo las personas que se les diagnostica a tiempo? 

Haciendo una cirugía en donde se puede quitar la totalidad de la enfermedad, más de la mitad de las pacientes pueden estar vivas a cinco años. Aunque como decía, va todo de la mano; porque un correcto tratamiento inicial, combinando adecuadamente una cirugía completa, junto con los fármacos de tratamiento sistémico con quimioterapia, es el factor que reduce la posibilidad de que el tumor vuelva a reproducirse y, por lo tanto, mejorar la supervivencia de las pacientes. Y es por eso que, en este punto es importante decidir cuál es la mejor estrategia para cada paciente en particular. No solo se trata de operar o de dar quimioterapia, sino de seleccionar adecuadamente el paciente. En definitiva, qué paciente se va a beneficiar de hacer cirugía ultrarradical inicialmente y cuál no; ahí está la clave.

Por ejemplo, si se trata de una paciente de 85 años, no podemos hacerle este tipo de cirugía, o si es una paciente con múltiples comorbilidades, prácticamente estamos haciendo un salto al vacío. Entonces, por eso, en IMED Valencia la decisión terapéutica la hacemos en un comité de tumores multidisciplinares donde se decide un tratamiento individualizado ajustado a la situación y expectativa de cada paciente. Por eso, los comités multidisciplinares, donde estamos los ginecólogos oncólogos, los oncólogos médicos, oncólogos radioterapeutas, los ginecólogos oncólogos, los radiólogos, los patólogos, los psico-oncólogos, los biólogos moleculares, etc., es un conjunto de especialistas diferentes especialidades donde tomamos la mejor decisión terapéutica para cada paciente en particular.

“En IMED, un comité de tumores multidisciplinares decide la mejor opción terapéutica para cada paciente en particular”

¿Se trata de una enfermedad que requiere ser abordada por super especialistas?

Si, el cáncer es una enfermedad cada vez más prevalente y más compleja. Se espera que en las siguientes décadas, la incidencia en los casos nuevos aumente exponencialmente. Sin embargo, también se espera que la mortalidad se reduzca, y ¿por qué se va a reducir? Bueno, porque la tecnología, la bioinformática, la bioingeniería están siendo progresivamente aplicadas a la medicina. En consecuencia, estamos pudiendo ofrecer estrategias terapéuticas e incluso de prevención mucho más efectivas

Aunque habrá más incidencia por el estrés crónico, y porque vamos a vivir más. En este sentido, el cáncer es una enfermedad directamente asociada a la longevidad del ser humano. Si vivimos más, las células están más envejecidas, con lo cual tienen menos capacidad de regenerarse, aumentando la posibilidad de generar un cáncer.

¿En qué consiste la prevención y qué nivel de efectividad tiene?

Con el cáncer de ovario, como dijimos anteriormente, no hay una forma de prevención temprana. Pero hoy, sí conocemos que el 20% del cáncer de ovario está asociado a una mutación de genes, principalmente del gen BRCA 1-2, que está también asociado al aumento del riesgo del cáncer de mama.

Por eso, cuando hacemos el diagnóstico en una mujer mutada con este gen que no tuvo el cáncer de ovario, ahí sí podemos hacer prevención, porque es una mujer que tiene casi 4 – 5 veces más posibilidades de tener cáncer de ovarios que la población general sin esa mutación de gen; y podremos adoptar estrategias de prevención. Por ejemplo, si es muy joven, podemos darle anticonceptivos orales, que ha demostrado reducir la incidencia de cáncer de ovario en múltiples estudios epidemiológicos. O, en torno a los 40 o 45 años, más cerca de la menopausia, podemos quitar los ovarios, para reducir significativamente el riesgo de cáncer de ovario.

¿Cómo selecciona a esas mujeres?

En España, estamos estudiando la mutación de dichos genes primero a las pacientes afectadas. Si tuviesen dicha mutación genética, tenemos que estudiar a todos los familiares de primer orden (hijas, hermanas o madre), a ver si son portadoras, todavía asintomáticas. Si lo fuesen, entonces podremos adoptar medidas preventivas.

Una persona que no que no ha tenido cáncer de ovario ni ningún otro tipo de cáncer, ¿sí que puede llamar a IMED Valencia y solicitar el tratamiento preventivo?

Es una buena pregunta, porque estamos trabajando en un proyecto para hacer un programa de prevención integral de cáncer, no solamente cáncer de ovario, sino un mapeo genético integral, ya que pretendemos verlo desde un punto de vista global. 

“Se espera que la incidencia del cáncer de nuevos casos aumente exponencialmente; aún la mortalidad se reducirá”

¿Pero cualquier tipo de cáncer en el cuerpo?

Claro. Por ejemplo, hay otros genes que están mutados en otro tipo de cáncer: colon, endometrio, mama, por ejemplo. Entonces, lo que ya se está haciendo en muchos hospitales en el mundo es implantar este programa para estudiar la presencia de mutaciones de genes en la población asintomática y, en base a eso, establecer un riesgo de tener cáncer en el futuro.

¿Qué podemos entender por mala alimentación?

A veces la prevención no se basa en tomar grandes medidas, sino que la prevención de cáncer y de muchas otras enfermedades, se basa en las cosas más elementales; una correcta alimentación, por ejemplo. La mala alimentación es una de las principales causas de cáncer en el ser humano hoy en día.

Pero básicamente todos los alimentos ultraprocesados, conservantes son sinónimos de “mala alimentación”… Eso está ya sobradamente demostrado que lo que hace es dañar o generar una toxicidad en las células de nuestro cuerpo y perder esa capacidad de auto-reparación.

Nuestro cuerpo se va regenerando constantemente a lo largo de la vida, hasta que llega un momento en el cual se envejece esa célula (producto de nuestra propia edad cronológica) y pierde esa capacidad de regenerarse o se reparan de forma anómala, que es ahí donde se puede producir el cáncer. ¿Por qué puede perder esa capacidad? Por la edad, por eso la longevidad está asociada directa a la incidencia del cáncer, o por el estrés crónico asociado a una mala alimentación, por ejemplo. Si te comes una hamburguesa de comida rápida o fritos todos los días, evidentemente eso a largo plazo puede generarte un daño tóxico en las células.

El estrés crónico significa, no solo aquel estrés asociado al ámbito laboral, sino también a la esfera personal o a cualquier cosa que te genere una situación de incomodidad persistente a lo largo del tiempo. Pero insisto que esto no lleva ninguna inversión de dinero, sino poder un reencauzar un poco los hábitos de vida. No solo para prevenir el cáncer, porque muchas enfermedades están asociadas al estrés crónico. Entonces, estamos haciendo mucho esfuerzo en investigar el cáncer y en adoptar las medidas diagnósticas de prevención y terapéuticas para mejorar la supervivencia de las pacientes, pero no tenemos que olvidarnos de la base. Hemos llegado al punto cero, al “ABC “de nuestra vida.

Además, si comes saludable te vas a sentir mejor. Evitas la distensión abdominal, esas noches de insomnio, evitas la pesadez que tienes en tu día a día por comidas muy pesadas o voluminosas. Se sabe que comiendo la mitad de las cantidades que ingerimos, es suficiente.