ESPECIAL RETOS SANIDAD

Seguir avanzando sin dejar de tender la mano al enfermo

La doctora Mercedes Hurtado Sarrió, durante el acto del 125 aniversario del colegio.

La doctora Mercedes Hurtado Sarrió, durante el acto del 125 aniversario del colegio. / icomv

Mercedes Hurtado

València

El Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Valencia (Icomv) cumplió 125 años de historia el pasado 29 de diciembre. Un aniversario maravilloso para una institución que aglutina a más de 18.000 médicos valencianos que comprometieron sus vidas para cuidar a los demás. Un sacrificio que implica muchos años de preparación, y toda una vida de formación continua para estar a la vanguardia de los avances de la ciencia.

En los últimos años hemos alcanzado hitos inimaginables en la Medicina, cotas que jamás habríamos soñado hace unas décadas. La tecnología es parte imprescindible en nuestro día a día, no sólo para la investigación, sino para nuestra labor asistencial. Gracias a ella y a los conocimientos que vamos adquiriendo podemos diagnosticar, tratar y curar mejor a nuestros pacientes. Gracias a todos esos avances, la esperanza de vida en nuestra sociedad ha aumentado considerablemente.

Sin embargo —y creo que es uno de los retos que la Sanidad debe afrontar—, no podemos olvidarnos de seguir tendiendo la mano al enfermo. De coger de la mano a nuestro paciente, escucharle atentamente, mirarle a los ojos. El ordenador o el escritorio no pueden ser obstáculos insalvables que nos separen de nuestra razón de ser: los pacientes. Porque todo el esfuerzo que realizamos, el sacrificio durante años, todo, es por ellos. «Curar a veces, aliviar a menudo, consolar siempre», escribió Claude Bernard. La ciencia y la tecnología son fundamentales e imprescindibles para llevar a cabo nuestra labor, pero esos avances deben ir acompañados siempre de la parte humana de la Medicina. Y es que nuestra maravillosa profesión es la más científica de las humanidades, y la más humanística de las ciencias.

Y sé que es complicado mantener esta filosofía de trato directo y cercano con el paciente cuando has de atenderle por teléfono, o cuando sólo tienes cinco minutos para diagnosticarle y recetarle un tratamiento. Es casi imposible poder hacerlo cuando el paciente está enfadado porque ha tenido que esperar mucho tiempo y soportar largas listas de espera para ser visto por su médico.

Esa tensión y malestar que flota en el aire se traduce, en los casos más graves, en insultos, amenazas y agresiones. En 2023 hemos batido el récord de denuncias registradas en los servicios jurídicos del Colegio de Médicos. Una situación insoportable que debería constituir uno de los principales retos de la Sanidad valenciana.

Del mismo modo, debería ser capital conseguir que la especialidad de Medicina Familiar, fundamental para nuestro sistema sanitario, vuelva a ser atractiva entre los estudiantes de Medicina. No puede ser que cada año queden plazas vacías, mientras hay médicos que prefieren repetir el MIR antes que elegir esa especialidad.

No son retos fáciles de conseguir, somos conscientes. Hace falta trabajo y voluntad. La sanidad es la segunda preocupación de los valencianos, según el último Barómetro de la Generalitat. Todos, profesionales, políticos, y también ciudadanos, debemos hacer un esfuerzo por mantener un sistema que antaño fue un orgullo y que ahora atraviesa momentos delicados. Es el reto, no cabe duda. Nos va la vida en ello.

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