El superalimento que te ayudará a prevenir y combatir la cistitis

Una de las infecciones que se vuelve más habitual en verano es la cistitis. Esto ocurre porque dutante esta época del año se aúnan todos los factores que la propician. Por una parte, ir a la playa o a la piscina y permanecer demasiado tiempo con el bañador mojado o húmedo no es bueno, ya que favorece el crecimiento de bacterias dentro de la uretra.

Por otra parte, la mayor deshidratación que provocan las altas temperaturas. Esto provoca que se produzca menos orina si no se consume suficiente agua. Al haber menos orina, las bacterias tienen más tiempo para multiplicarse en el tracto urinario. Además de esto existen otros factores como el aumento de las relaciones sexuales, los cambios en la higiene intima, etc.

Además de cambiar algunas rutinas, como por ejemplo tratar de beber más agua y cambiarse el bañador con asiduidad para evitar que la zona íntima esté húmeda, hay otros hábitos que pueden ayudarte a combatir la cistitis. En este sentido, la dieta es una parte fundamental, y hay un superalimento con todas las propiedades y compuestos para ello.

Los arándanos, en particular los arándanos rojos, son conocidos por ser beneficiosos para la prevención y tratamiento de la cistitis, que es una infección de las vías urinarias. Esto se debe a que contienen compuestos llamados proantocianidinas, que impiden que las bacterias, especialmente Escherichia coli (la principal causante de las infecciones urinarias), se adhieran a las paredes del tracto urinario. Esto hace más difícil que las bacterias colonicen y causen una infección.

Además, los arándanos pueden tener un leve efecto diurético, lo que aumenta la producción de orina. Esto ayuda a "lavar" las bacterias del tracto urinario, reduciendo el riesgo de que se desarrollen infecciones. También son ricos en antioxidantes y tienen propiedades antiinflamatorias, lo que puede ayudar a reducir la inflamación y el daño celular en las vías urinarias durante una infección.

Por último, aunque los arándanos son ácidos, no cambian significativamente el pH de la orina. Sin embargo, su consumo regular puede ayudar a mantener un ambiente urinario menos favorable para el crecimiento bacteriano.