Los especialistas insisten en la necesidad de proteger la piel
Voces expertas del ámbito sanitario recuerdan la importancia de cuidar la piel en un encuentro organizado por Levante-EMV con motivo del Día Mundial de Cáncer de Piel

Levante-EMV


Imagen editorial / ED
La piel es el órgano más extenso de todo el cuerpo y, por ende, el más afectado por distintas enfermedades. Una de ellas es el cáncer de piel. En España no deja de crecer y se prevé que en 2025 se diagnosticarán más de 4.300 melanomas, el más agresivo y con peor pronóstico. La incidencia de cáncer de piel ha aumentado un 40 % en los últimos años, según señalan desde la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Una de las causas principales y evitables es la exposición solar excesiva. Con motivo del Día Mundial del Cáncer de Piel, este 13 de junio el objetivo es concienciar a la población para que se proteja de los efectos del sol.
Levante-EMV ha reunido en sus instalaciones a un grupo de expertos en la materia para recordar la importancia de la prevención y cuidado de la piel. La periodista Silvia Tomás fue la encargada de moderar el encuentro, que contó con la presencia del Dr. Onofre Sanmartin, jefe del Servicio de Dermatología del IVO; la Dra. Gemma Bruixola, oncóloga del hospital Clínico de Valencia; Cristina Redondo, Brand Manager en Heliocare-Cantabria Labs; y la Dra. Jane Pastushenko, investigadora básica en cáncer cutáneo.
Tipos de cáncer de piel
Hay dos tipos de cáncer piel: melanoma (menos frecuente) y no melanoma (carcinomas). El melanoma es un tipo de tumor cancerígeno menos frecuente (representa únicamente el 4 % de los casos de cáncer de piel), que, sin embargo, muestra un comportamiento más agresivo. El no melanoma es mucho más leve y el que más casos presenta. El doctor Onofre Sanmartín reveló que a partir de los 65 años uno de cada cinco valencianos tendrá un carcinoma basocelular. Pero no hay que alarmarse, sino «estar preparados».
Factores de riesgo
Tras conocer las cifras es momento de pasar a la acción y trabajar en la detección precoz. Lo primero es observar la piel con frecuencia para poder detectar cambios. ¿Cuáles son las señales de alerta? Una gran ventaja es que la piel es visible y accesible, lo que facilita la detección de cualquier signo de alarma: una herida que no cura, una costra que cae y vuelve a salir o cualquier cambio en el tamaño y aspecto de una peca, así como sensación de picor o escozor.

El Doctor Onofre Sanmartín. / Miguel Ángel Montesinos
Las zonas más expuestas del cuerpo donde suelen aparecer son la cara, el escote y la parte alta de la espalda, enumeró el doctor Sanmartín. El siguiente paso son los controles dermatológicos regulares, especialmente para las personas con piel clara, que se queman al sol (nunca se ponen morenas) y tienen muchos lunares.
La autoexploración también puede ser un gran aliado, vigilar los cambios en casa de manera periódica. «Se pueden hacer fotografías cada mes de diferentes zonas del cuerpo e ir comparando la con las anteriores», explicó. Las personas con antecedentes familiares de cáncer de piel también deben acudir a controles periódicos y tener cuidado al exponerse al sol, pues hay alteraciones genéticas hereditarias que pueden incrementar el riesgo de sufrir melanoma.
El 90 % de las veces el cáncer de piel se origina por una exposición solar inadecuada y el sol que se ha tomado en la infancia. Una regla básica es no quemarse al sol, tomarlo siempre «con sensatez», pues tiene múltiples beneficios para la salud.
Cómo y cuándo tomar el sol
La radiación ultravioleta está presente todo el año, por eso, no solo hay que usar fotoprotectores en verano, sino cada día y, además, acordarse de reaplicar la crema.
Lo ideal es hacerlo cada dos horas «en exposiciones prolongadas y aplicar la cantidad de dos o tres dedos para la zona de la cara», concretó Cristina Redondo, Brand Manager en Heliocare-Cantabria Labs. Según la experta «ya no hay excusas» para protegerse del sol.

Cristina Redondo. / Miguel Ángel Montesinos
Desde el laboratorio trabajan para crear cremas con ingredientes respetuosos y naturales (algunos provenientes de las plantas) para dar con el filtro ideal que cubra también un mayor rango de la radiación solar y proteja de la luz visible e infrarroja (agravan determinadas patologías). Combinar la protección tópica (cremas, camisetas, gorras...) con la oral conformaría el escudo más completo a la hora de tomar el sol.
Actualmente, tienen mucha demanda los fotoprotectores con textura ultraligera, fáciles de usar, tanto para los niños como para las personas mayores como son los formatos en stick. La tendencia actual en los laboratorios es desarrollar fotoprotectores que cumplan la fotoprotección médica personalizada que se busca hoy en día.
Abordaje multidisciplinar
Cuando el cáncer de piel ha sido detectado lo fundamental es dar un buen diagnóstico desde un abordaje multidisciplinar. En palabras de la doctora Gemma Bruixola, oncóloga del Hospital Clínico, esto permitirá diseñar la «mejor estrategia. La participación de oncólogos, médicos, oncólogos radioterápicos y profesionales de anatomía patológica es clave para un diagnóstico precoz y e individualizado».

La Doctora Gemma Bruixola. / Miguel Ángel Montesinos
Aunque se ha avanzado mucho en los tratamientos, la cirugía sigue siendo «imprescindible», especialmente en estadios iniciales. Las terapias dirigidas y la inmunoterapia permiten que esas cirugías se realicen de forma menos compleja y con menos secuelas para el paciente.
Tratamientos
«Estamos en la era de la oncología de precisión. El trabajo de los anatomopatólogos y de los biólogos moleculares es esencial para determinar los genes alterados y poder atacarlos con tratamientos más eficaces», explicó Bruixola.
Por lo que respecta al cáncer de piel no melanoma (el mayoritario y el más leve) , la inmunoterapia ha resultado un gran aliado para el carcinoma escamoso. El biomarcador PD-L1 permite seleccionar los pacientes que tendrán una mejor respuesta al tratamiento. Este ha supuesto en cambio de paradigma: «Esta revolución vino con el melanoma, pero desde la aparición de la inmunoterapia con los anticuerpos PD-L1 se han conseguido grandes respuestas, largos supervivientes y cronificar la enfermedad. Ahora hay que trasladar este éxito al carcinoma de células cutáneas, donde contamos con diversos anticuerpos PD-L1 que permiten llevar al paciente una vida plena», expuso Bruixola.
En la misma línea se mostró la investigadora básica Jane Putashenko, que señaló «avances muy importantes» en los tratamientos y aseguró que en los próximos diez años «todavía vamos a ver muchos nuevos avances para que de aquí a unos años no tengamos este problema del cáncer de piel».
Investigación
Los avances en el abordaje del cáncer de piel se centran en tres ejes principales: estudiar la resistencia al tratamiento, comprender los mecanismo de la heterogeneidad celular y conocer los mecanismos de la iniciación tumoral.

Jane Patushenko. / ED
Estas tres líneas de investigación son cruciales en el estudio del cáncer de piel, según apuntó Patushenko: «A lo largo de nuestra vida vamos a tener muchísimos mini tumores, pero nuestro organismo va a ser capaz de eliminar estas células y nosotros no nos vamos ni a enterar», detalló. Una fracción minúscula de estos mini tumores evolucionará hacia un tumor visible que se tratará con cirugía y los medicamentos indicados.
La clave para anticiparse a la aparición del cáncer de piel está en conocer cuáles de estas mini lesiones van a dar lugar al cáncer y por qué mecanismos van a ser capaces de «superar la capacidad de nuestro organismo de eliminarlos. Así podremos tratarlos cuando son microscópicos, antes de que aparezcan», reveló Patushenko.
El futuro de la investigación pasa por estudiar la información de las células y poder determinar por qué en algunos casos desaparecen y en otros no.
La fotoprotección oral combinada con la tópica
Cuando pensamos en fotoprotección nos viene a la cabeza imágenes de cremas solares en sus distintos formatos. Pero esa es solo una parte de la fotoprotección tópica.
Desde hace unos años existe también la protección del sol desde el interior. Protección que aportan ciertos extractos naturales que ayudan a las células a mejorar su resistencia al sol y proteger la piel de posibles daños. El secreto está en combinar ambas , la oral y la tópica, para tener un escudo protector completo ante los efectos de la exposición solar.
Hay personas que, debido al estilo de vida, (profesiones al aire libre, deportistas...) o por padecer ciertas patologías (alergia solar, enfermedades dermatológicas...) deben combinar tanto fotoprotección tópica como oral, según recomiendan los expertos.
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