FORO DE SALUD

"En Medicina del Deporte trabajamos con ingenieros biomédicos para obtener la máxima precisión clínica"

Doctores especializados en medicina deportiva defienden la importancia de la colaboración y del trabajo integrado para la atención a deportistas

La Dra. Araceli Boraita, el Dr. Eduardo Zaragozá, la Dra. Irene Montoro y Dr. Miguel Ángel Buil, de Ascires Grupo Biomédico.

La Dra. Araceli Boraita, el Dr. Eduardo Zaragozá, la Dra. Irene Montoro y Dr. Miguel Ángel Buil, de Ascires Grupo Biomédico. / Fernando Bustamante

Candela García

Candela García

València

Apostar por la medicina deportiva es apostar por la salud. Esta fue una de las conclusiones que dejó el primero de los diálogos del II Foro Levante Salud, bajo el título «De la medicina deportiva al ejercicio físico como terapia». Moderado por el Dr. Miguel Ángel Buil, jefe de la Unidad de Medicina del Deporte de Ascires, el coloquio sirvió para poner en valor una especialidad que tiene mucho que aportar en la medicina del futuro En él, participaron la Dra. Araceli Boraita, todo un referente en cardiología deportiva, que preside la Fundación Quaes, organización sin ánimo de lucro impulsada por Ascires Grupo Biomédico; el Dr. Eduardo Zaragozá, jefe de Radiodiagnóstico de Ascires Campanar; y la Dra. Irene Montoro, especialista en Medicina del Deporte en Ascires.

«Hoy en día, el deporte define lo que es un país. Antes los países se definían por el armamento o las guerras que ganaban, actualmente lo hacen por las medallas que se ganan en una olimpiada o un campeonato del mundo. Tener una buena medicina del deporte significa que estamos en el ‘top’ de la medicina. Un país que tiene muchos deportistas que practican deporte significa que tiene un nivel socioeconómico y sociosanitario muy elevado», defendió Boraita.

Ascires Grupo Biomédico, con más de 45 años de trayectoria en el diagnóstico cardiológico y de todo tipo de lesiones musculoesqueléticas, ha ratificado su apuesta por esta especialidad con la apertura de la Unidad de Medicina del Deporte que lidera el Dr. Buil, ubicada en la clínica Ascires Campanar, el pasado mes de diciembre, tras la integración de un equipo referente en medicina deportiva (IVRE+).

Doctor Miguel Ángel Buil, jefe de la Unidad de Medicina del Deporte de Ascires.

Doctor Miguel Ángel Buil, jefe de la Unidad de Medicina del Deporte de Ascires. / Fernando Bustamante

En este nuevo servicio trabaja un equipo multidisciplinar, que engloba especialidades como la traumatología, la fisioterapia, la readaptación, la nutrición, la psicología, la cardiología o la imagen diagnóstica, y que cuenta con la última tecnología médica. «También disponemos de un equipo de Ingeniería Biomédica que nos da un apoyo excepcional a la hora de generar algoritmos, de tomar decisiones y que nos ayuda en el día a día con nuestros pacientes», afirmó el jefe de la unidad.

La Dra. Montoro, con amplia experiencia en ecografía del aparato locomotor e intervencionismo ecoguiado, fue la encargada de presentar un caso clínico de un deportista de élite que arrastraba una molestia en la zona posterior del muslo que había paralizado su carrera. «Llegó súper angustiado, con mucho miedo, porque llevaba tres meses sin poder ni siquiera volver a entrenar», dijo la doctora. A simple vista, explicó, ya observaron «una diferencia de tono muscular entre un lado y otro» y al pedirle hacer una contracción isométrica, «un gesto muy básico de la musculatura del muslo posterior del isquiotibial», notaron una «impotencia funcional» y que hacía «fasciculaciones».

Pero en Ascires, además, es posible realizar ese crucial radiodiagnóstico in situ. «Esto es muy beneficioso para el paciente porque a lo mejor en dos horas puede llevarse una imagen, un diagnóstico, un pronóstico e, incluso, el tratamiento en el momento», aseguró la especialista. En este punto, Montoro reseñó la importancia de poder contar con la experiencia del doctor Eduardo Zaragozá. «En la ecografía ya vimos que había una lesión de la unión distal y luego pudimos confirmar que había afectación del tendón distal del bíceps», apuntó la doctora.

El Dr. Eduardo Zaragozá explica las imágenes de un caso clínico en el foro.

El Dr. Eduardo Zaragozá explica las imágenes de un caso clínico en el foro. / Fernando Bustamante

Así, Zaragozá destacó que, al ser un «equipo integrado», cuando el radiólogo o la radióloga ve la imagen se pone en contacto con el resto de la unidad para emitir un «informe consensuado» que beneficia al paciente «de cara a un mejor tratamiento». Por ello, subrayó la necesidad de que todos los especialistas «hablen el mismo idioma» a la hora de clasificar una lesión. En este sentido, compartió que la clasificación que ellos utilizan es la de «los atletas británicos», porque detalla «dónde está la lesión, nos va a ayudar en la toma de decisiones, el tratamiento a realizar y establece un valor pronóstico».

El doctor Eduardo Zaragozá.

El doctor Eduardo Zaragozá. / Fernando Bustamante

Tomando como ejemplo este mismo caso clínico, Montoro insistió en el valor de la Unidad de Medicina del Deporte de Ascires, que integra a muchas disciplinas fundamentales para la recuperación de los deportistas de élite. «Tenemos la rehabilitación, tenemos también la posibilidad de utilizar el servicio de nutrición deportiva, además es muy importante la ayuda que nos están brindando los compañeros de psicología deportiva, también hemos usado terapia biológica... Lo único que nos queda ahora por hacer es repetir la resonancia para asegurarnos que está al 100 % curado y darle el alta deportiva y competitiva», señaló la doctora.

La doctora Irene Montoro, especialista en la Unidad de Medicina del Deporte.

La doctora Irene Montoro, especialista en la Unidad de Medicina del Deporte. / Fernando Bustamante

Una «superespecialidad»

Por su parte, la cardiología es una de las especialidades más importantes en el deporte, entre otros motivos, porque la detección temprana de enfermedades cardíacas es clave para evitar complicaciones graves como la muerte súbita. Por ello, la doctora Araceli Boraita quiso romper una lanza a favor de la cardiología del deporte, «una superespecialiad» que «siempre se ha considerado inferior». «Si no estás bien formado, no te puedes poner el título de especialista porque eso te puede llevar a etiquetar a deportistas de patologías que no tienen y dar un diagnóstico falso que trunca la vida del paciente», sostuvo.

Una parte del trabajo de Boraita ha ido, precisamente, encaminado a aportar conocimiento y avances científicos en el ámbito de la cardiología deportiva que repercutan positivamente en el diagnóstico de los pacientes. La doctora detalló que cuando se empezó a implantar la cardiorresonancia como otra técnica de imagen complementaria al diagnóstico de cardiopatías en los deportistas, por los años 90 y principios de los 2000, las interpretaciones de las imágenes eran muy dispares. Al conocer a la jefa del servicio de Cardiología y directora médica de Ascires Grupo Biomédico, la Dra. Alicia Maceira, a la que definió como un «referente a nivel nacional e internacional en cardiorresonancia», empezaron a trabajar con todo tipo de casos clínicos, una labor con la que ya llevan «más de 15 años».

La doctora Araceli Boraita, presidenta de la Fundación Quaes.

La doctora Araceli Boraita, presidenta de la Fundación Quaes. / Fernando Bustamante

«Así aprendimos a conocer el corazón del deportista por resonancia y en el año 2024 se presentó nuestro estudio en una revista científica donde establecíamos unos parámetros de referencia específicos de los corazones de los deportistas de las diferentes especialidades. Esto está al alcance de todo el mundo, estamos aportando conocimiento a toda la población», aseveró.

Durante el diálogo, asimismo, se presentó un caso clínico de un futbolista profesional joven, en activo, con bagaje dentro de equipos de primera división, al que le habían diagnosticado una miocardiopatía arritmogénica del ventrículo izquierdo, «muy grave» y con la que está contraindicado el deporte de alta competición, después de una electro con alteraciones y una resonancia en la que se veían unas áreas «de fibrosis de base tardío». Cuando le pidieron una segunda opinión a Boraita, realizó el estudio del caso, y tras reforzar sus resultados con Maceira, le confirmó que no tenía una cardiopatía de ese tipo. «Ahora está jugando, y está feliz. Es muy importante saber dónde están los referentes y dónde están los centros de nivel», aseguró la doctora.

Un «foco de salud»

La última parte de la conversación estuvo centrada en el papel que juega el ejercicio físico en pacientes con patologías severas. La doctora Irene Montoro detalló que, a principios de mes, The New England Journal of Medicine publicó un artículo en el que se concluía que la «actividad física coadyuvante con la oncoterapia o radioterapia ayuda y mejora mucho la calidad de vida de estos pacientes, reduciendo la mortalidad en un 28 %, estimaban, y reduciendo la posibilidad de una recaída del propio cáncer».

Con todo, Buil quiso volver a destacar el gran equipo de la Unidad de Medicina del Deporte de Ascires, formado por «especialistas que trabajan en consenso, de forma colegiada entre todos, con mucho diálogo y compartiendo datos». «La medicina del deporte, que tristemente está desapareciendo como especialidad, debe de repuntar. Es un foco de salud», concluyó.

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