El Día Mundial de la Salud es presentado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) como un intento por concienciar al mundo y presionar a los gobiernos para que tomen medidas que favorezcan nuestra salud, en cualquier orden.

Una iniciativa que nació el 7 de abril de 1959 con estos objetivos:

  • “Enfatizar el aspecto "mundial" de varios problemas de salud y buscar la gama más amplia para enfrentarlos”.

Y de la misma manera que en 2021 el mensaje de la campaña fue “Construir un mundo más justo y saludable”, en la edición de este año la OMS lo plantea como sigue:

  • “En medio de una pandemia, un planeta contaminado, enfermedades en aumento como el cáncer, el asma y las enfermedades cardíacas, en el Día Mundial de la Salud de 2022 la OMS centra la atención mundial en las acciones urgentes necesarias para mantener saludables a los humanos y al planeta, y fomentar un movimiento para crear sociedades centrado en el bienestar”.

La OMS estima que más de 13 millones de muertes en todo el mundo cada año se deben a causas ambientales evitables.

Esto incluye la crisis climática, que es la mayor amenaza para la salud que enfrenta la humanidad. Y como los científicos no dejan de afirmar que la crisis climática es también una crisis sanitaria, la OMS ha elegido como claim para este día:

“Nuestro planeta, nuestra salud”.

Y asegurando que las sociedades del bienestar son sociedades saludables, y haciendo hincapié en la importancia de la promoción de la Salud para el bienestar, la equidad y el desarrollo sostenible, explican:

“Nuestras decisiones políticas, sociales y comerciales están impulsando la crisis climática y sanitaria. Más del 90% de las personas respiran aire insalubre como resultado de la quema de combustibles fósiles”.

Y explican las consecuencias que ya nos rodean:

“Un mundo que se calienta está viendo cómo los mosquitos propagan enfermedades más lejos y más rápido que nunca”.

“Los fenómenos meteorológicos extremos, la degradación de la tierra y la escasez de agua están desplazando a las personas y afectando su salud”.

“La contaminación y los plásticos se encuentran en el fondo de nuestros océanos más profundos, las montañas más altas, y se han abierto camino en nuestra cadena alimentaria”.

“Los sistemas que producen alimentos y bebidas altamente procesados y poco saludables están impulsando una ola de obesidad, aumentando el cáncer y las enfermedades cardíacas y generando un tercio de las emisiones globales de gases de efecto invernadero”.

Y pide cambios en nuestra manera de hacer las cosas y de comportarnos. Sobre todo ahora, que la pandemia de COVID-19 ha mostrado al mundo el poder curativo de la ciencia a la vez que deja en evidencia las desigualdades en nuestro mundo.

“La pandemia ha subrayado la urgencia de crear sociedades comprometidas a lograr una salud equitativa ahora y para las generaciones futuras, sin violar los límites ecológicos”.

Porque, añaden, “demasiadas personas que siguen viviendo en la pobreza y la inestabilidad”.  Y una economía del bienestar tiene como objetivos también la equidad y la sostenibilidad ecológica.

Y por eso piden que los gobiernos actúen. Porque “romper los ciclos de destrucción para el planeta y la salud humana requiere acción legislativa, reformas corporativas y apoyo e incentivos para que las personas tomen decisiones saludables”.