Con la desaparición de la obligatoriedad del uso de mascarilla en interiores o los cambios en las medidas de aislamiento para los positivos, se podría pensar que hemos pasado página y que la Covid-19 es ya parte del pasado. 

Pero no es así. Los datos publicados en el informe del Ministerio de Sanidad del 26 de abril indican que la incidencia entre las personas de 60 años y más sigue subiendo, situándose en los 608,16 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. 

No solo eso. También ha aumentado el número de pacientes hospitalizados, que ha pasado de 4.779 a 6.455 tras la Semana Santa.

Este aumento en la incidencia y en los ingresos ha llevado a los expertos a hacer un llamamiento a la prudencia.

La Sociedad Española de Epidemiología (SEE) recuerda que, pese a la relajación de las restricciones, "la pandemia todavía no ha terminado y resulta fundamental saber cómo protegerse y proteger a los demás en esta etapa".

La mascarilla sigue siendo recomendable

En este sentido, los epidemiólogos insisten en que la desaparición de la mascarilla obligatoria en determinados interiores no significa el fin de la pandemia.

Recuerdan que su uso sigue siendo preceptivo en centros, servicios y establecimientos sanitarios y sociosanitarios, tanto para trabajadores como para visitantes.

Asimismo, es obligatoria en los medios de transporte aéreo, por ferrocarril o por cable, en los autobuses y en otros transportes públicos de viajeros. 

También en los espacios cerrados de buques y embarcaciones en los que no sea posible mantener la distancia de 1,5 metros, salvo en los camarotes, cuando sean compartidos por núcleos de convivientes.

Además, la SEE recuerda que la mascarilla puede seguir llevándose y que su uso sigue siendo altamente recomendable en otras situaciones.

En concreto, se refieren a aquellos momentos o situaciones en las que puede haber contacto prolongado con otras personas y/o aglomeraciones. 

Estos expertos también consideran que lo mejor es cubrirse con la mascarilla si entramos "en espacios reducidos en los que no pueda mantenerse la distancia de seguridad, como eventos multitudinarios, y en lugares sin ventilación adecuada, como en andenes o estaciones concurridas".

Las personas vulnerables deberían llevar mascarilla tanto en espacios cerrados como en espacios abiertos sin distancia de seguridad.

Especial atención con las personas más vulnerables

Las recomendaciones de los expertos en epidemiología cobran todavía más importancia en el caso de las personas vulnerables o de riesgo. En opinión de la SEE, estas personas deberían llevar mascarilla tanto en espacios cerrados como en espacios abiertos en los que no se pueda mantener la distancia interpersonal. 

Y hacen un llamamiento a la responsabilidad de la población general, a los que piden que usen el tapabocas cuando "se reúnan con familiares o allegados de riesgo, especialmente si dichos encuentros tienen lugar en interiores". Y también, por supuesto, en lugares cerrados donde haya gente mayor, aunque no sea obligatoria,

¿Podría volver la obligatoriedad de las mascarillas?

Pues los expertos de la Sociedad de Epidemiología no lo descartan si la situación epidemiológica del país empeora, algo que ya ha ocurrido en otros países. 

De hecho, la ‘Estrategia de vigilancia y control frente a la COVID-19 tras la fase aguda de la pandemia’, puesta en marcha el 28 de marzo de 2022, establece que:

  • “La estrategia seguirá en vigor mientras no se produzca un cambio significativo en la tendencia que indique una circulación menos controlada del SARS-CoV-2 o bien un cambio en la situación epidemiológica que requiera restablecer medidas de vigilancia y control".

Aunque no es obligatorio, los expertos recomiendan aislarse si se da positivo.

Sin mascarillas y ni restricciones ¿Cómo se evitan los contagios?

Con la retirada de la mascarilla es posible que también surjan dudas en cuanto a cómo evitar contagios. Por eso, los epidemiólogos recuerdan las recomendaciones para protegernos y proteger a otros del SARS-CoV-2:

  • Utilizar la mascarilla -siempre bien ajustada- cuando haya un alto riesgo de transmisión.
  • Guardar la distancia de seguridad.
  • Mantener una buena higiene de manos.
  • Ventilar frecuentemente.

En caso de dar positivo en COVID-19. y aunque la obligatoriedad de aislamiento desapareció para los casos leves y asintomáticos, los epidemiólogos dan algunas directrices:

En caso de síntomas de infección respiratoria aguda y aunque no sea un caso confirmado de Covid, la SEE recomienda teletrabajar. "Si esto no es posible o la situación clínica empeora, solicitar la baja laboral, usar la mascarilla sistemáticamente, guardar la distancia de seguridad y evitar el contacto con personas vulnerables".

Además, "deben avisar a sus contactos estrechos para que extremen las precauciones y estén atentos al desarrollo de posibles síntomas". 

En caso de tener una prueba confirmatoria de Covid se recomienda que el aislamiento sea de 10 días.

En caso de trabajadores de ámbitos vulnerables, es especialmente importante que no acudan al centro de trabajo al menos durante los primeros cinco días desde el inicio de los síntomas o de la fecha de diagnóstico si son asintomáticos.

La vacuna sigue siendo la principal arma para evitar complicaciones

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En este momento de la pandemia, pese a la desaparición de algunas normas que nos han acompañado durante los dos últimos años, la SEE recuerda que las vacunas continúan siendo la principal herramienta para evitar casos graves de COVID-19. 

Por ello, los epidemiólogos animan a los ciudadanos a recibir la primera dosis de refuerzo o a vacunarse por primera vez si todavía no lo han hecho.