Covid y ahora la viruela del mono. Dos enfermedades totalmente distintas pero ambas con el mismo punto débil: la vacuna. Aunque la viruela del mono no tiene como tal una vacuna específica todavía en el mercado, lo cierto es que las dosis disponibles de vacuna contra la viruela humana han demostrado ser eficaces para inmunizar contra el patógeno responsables de esta enfermedad.

Las características de ambas enfermedades condicionan en gran medida la forma de actuar de las autoridades sanitarias. Si bien en el caso de la covid-19, las autoridades sanitarias apostaron por la puesta en marcha de una campaña de vacunación masiva dada la facilidad con la que el virus podía infectar a los pacientes y que se trataba de un patógeno totalmente nuevo contra el que la población no tenía respuesta inmune alguna, ahora mismo la viruela del mono está muy lejos de tener que obligar a una vacunación similar.

La explicación es muy simple. El virus no es tan contagioso como el coronavirus. Los contactos deben ser mucho más estrechos y las complicaciones médicas derivadas de la infección son mucho menos graves y letales. La viruela del mono no es ni de lejos tan letal como la viruela humana, contra la que sí se realizaron campañas de vacunación masiva en todo el mundo gracias a las cuales la enfermedad se dio por erradicada hace ahora 40 años.

Vacuna de la viruela.

Protocolo de contención para la viruela del mono

Los expertos coinciden en que la situación con la viruela del mono exige aislamiento y control de los contactos estrechos de los pacientes sospechosos o infectados. En lugar de una vacunación masiva, apuestan por una vacunación en anillo. Se trata de una técnica que ya se puso en marcha para acabar con los últimos brotes endémicos de viruela humana en Somalia y que ha demostrado ser muy eficaz.

Vacunación selectiva de contactos estrechos

En lugar de vacunar a toda la población, se vacuna solo a los contactos estrechos de los sospechosos y se va ampliando el círculo o anillo a medida que se rastrea y se detectan caso. De esa manera, se va creando una inmunización o barrera en forma de anillo alrededor de los pacientes infectados que impide que la enfermedad salte al resto de la población.