La gripalización de la pandemia de coronavirus y el éxito de la campaña de vacunación contra el virus está haciendo que la pandemia de covid se está afrontando de una forma mucho menos traumática que en anteriores olas.

La protección de la vacuna contra la covid y la relajación de las medidas provoca que el proceso de infección y contagio se viva con mucha más naturalidad. De hecho, las autoridades sanitarias solo informan de los contagios notificados entre mayores de 65 años y ya no hay que guardar una cuarentena obligatoria en caso de pacientes contagiados pero asintomáticos. Este cambio en los protocolos se debe a que los picos de contagio ya no reportan picos de presión asistencial hospitalaria gracias a la protección de la vacuna. Quienes están protegidos por la acción de la vacuna experimentan síntomas leves y por norma general evolucionan favorablemente en cuestión de cinco o siete días.

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¿Posible reinfección por ómicron?

Esta protección evita hospitalización, sobrecarga de los servicios de urgencia y complicaciones. Sin embargo cuánto protegen las vacunas y qué sucede con quienes han recibido todas las dosis y además han superado la enfermedad.

El comportamiento del coronavirus respecto a quienes están inmunizados por efecto de la vacuna o por haber superado la enfermedad sigue siendo el mismo. En principio la protección inmune frente al virus, tanto la adquirida como la natural, apenas protege de la infección y, por tanto, de la reinfección. Sin embargo, quienes estén vacunados y además hayan superado la infección poseerán un 'booster' o dosis extra de inmunidad.

Esta protección extra permite a los pacientes reforzar su inmunidad frente a una posible reinfección. En ese caso, su cuerpo reaccionará de una manera mucho más temprana contra el virus reduciendo sus efectos en el cuerpo.

Importancia de recibir las dosis extras

Esta normalización confirma la importancia de completar las dosis de refuerzo entre quienes todavía no lo han hecho. Las tres dosis de la vacuna han permitido normalizar la situación y afrontar la pandemia con menores tasas de ingresos hospitalarias, muchísima menos mortalidad y con cuadros sintomatológicos mucho más leves.