REUMATOLOGÍA

¿Por qué estamos sufriendo un incremento del dolor, sobre todo en pacientes reumatológicos?

Las enfermedades reumáticas están ligadas al dolor y ya se ha demostrado científicamente que esos dolores están relacionados con factores ambientales.

¿Cómo puede afectar el cambio climático a los pacientes reumatológicos?

¿Cómo puede afectar el cambio climático a los pacientes reumatológicos? / Stefamerpik. Freepik

El cambio climático es ya una realidad. Solo hay que ver las temperaturas que se registran en pleno mes de abril, más propias del mes de junio, en verano, que en primavera. Y la influencia de este cambio en la salud es algo que ya nadie discute. 

Aspectos como la contaminación medioambiental, directamente relacionada con el cambio climático, suponen un riesgo para la aparición de enfermedades respiratorias o cardiovasculares.

Los cambios en el clima también están provocando la aparición de enfermedades en lugares en los que no existían a causa de la presencia de insectos como distintas variedades de mosquitos.

Pero estos no son los únicos efectos.

Los pacientes que sufren enfermedades reumáticas también se ven afectados por el cambio climático.

Y es que como explican los especialistas en reumatología, las patologías que atiende su especialidad están ligadas al dolor y ya se ha demostrado científicamente que esos dolores están relacionados con factores ambientales como:

  • La presión atmosférica
  • La temperatura
  • La humedad
  • La carga eléctrica ambiental. 

¿Por qué está aumentando el dolor?

En el caso de España el calentamiento también va ligado a situaciones de cambios bruscos en la presión que, por tanto, se puede asociar a un incremento del dolor.

Por ello, según afirma el físico y meteorólogo de la Televisión de Catalunya, Tomás Molina Bosch, en el marco del XXII Curso de Tutores y Residentes de la Sociedad Española de Reumatología, se puede asegurar que:

  • "El cambio climático influye negativamente en los pacientes reumáticos”. 

En opinión del experto en comunicación del cambio climático:

  • “Vientos más fuertes
  • Tormentas
  • Cambios bruscos de temperatura
  • Reducción del descanso por noches calurosas, etcétera

Son factores que se están incrementando y que pueden contribuir a aumentar el dolor en las personas con enfermedades reumáticas”. 

Por tanto, es importante que la calidad de vida de estos pacientes y la disminución del dolor que padecen se tenga en cuenta también desde el punto de vista de los factores ambientales.  

  • “Estamos en una sociedad que, además del cambio climático, también se enfrenta al reto de tratar a una población creciente y de edad más avanzada, con lo que aumenta la proporción de personas que en un futuro próximo sufrirán dolor reumático”, señala el experto en meteorología. 

Pero no solo eso, “todo indica que España será un destino de ‘refugiados climáticos’ que llegarán con sus patologías, algunas de ellas asociadas a problemas reumatológicos, con lo que cambiará la población a la que será necesario atender”, precisa Molina.

Conocer los factores ambientales para prevenir el dolor.

Conocer los factores ambientales para prevenir el dolor.

Conocer los factores ambientales para prevenir el dolor

Con el fin de adelantarse al futuro que parece que está cada vez más cerca, este experto cree que es esencial saber cómo los factores ambientales propician situaciones de dolor provocadas por las enfermedades reumatológicas

Esta es, en su opinión, la mejor forma de ayudar a prevenirlos, y también de planificar equipos de consulta y tratamiento en los ingresos hospitalarios o en las consultas médicas. 

  • “Podría incluso aparecer una profilaxis previa a la aparición del dolor que minimizara el episodio y mejorara la calidad de vida de los afectados”, propone.

Además, Molina también aboga por añadir otros puntos de vista a la gestión del dolor, no solamente basándose en el uso de fármacos para aliviar la sintomatología. El cambio climático y el aumento y movimiento de la población española y mundial van a requerir también otros enfoques. 

De este modo, “se tendrá que tener en cuenta la posibilidad de pronosticar el dolor, de cambiar las condiciones de contorno ambientales a los pacientes e incluso la atención psicológica y de salud integral a unos pacientes que, por su edad más avanzada, van a ser más numerosos y vulnerables”.