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Enfrentamiento

Las cofradías exigen al obispo autonomía en la Semana Santa Marinera

El prelado, Arturo Ros, se limita a escuchar sus quejas y tomará una decisión cuando hable con el cura que quiere recortar las competencias

Las cofradías de la Semana Santa Marinera reclamaron ayer al Arzobispado de València el mantenimiento de sus competencias actuales en lo que a organización de actos y procesiones se refiere. Lo hicieron en una reunión con el obispo auxiliar, Arturo Ros, al que hicieron entrega de un amplio dossier en el que se recogen los pormenores de su desencuentro con el cura de la iglesia de Santa María del Mar, que ha decidido quitarles competencias para asumirlas la propia parroquia.

Al parecer, Ros se limitó a escuchar sus propuestas y antes de pronunciarse al respecto celebrará una reunión a solas con el propio sacerdote, José Vicente Calza, y probablemente con el prior, Jesús Cervera.

Aunque las expectativas de la reunión de ayer eran muy altas, la realidad es que no se avanzó prácticamente nada en la resolución de la crisis. El obispo auxiliar, Arturo Ros, se limitó a escuchar a las cofradías, que se quejaron de la decisión del cura de Santa María del Mar de retirar a la Junta Parroquial las competencias para organizar los actos de la Semana Santa en favor del Consejo Parroquial de Pastoral, que lo componen la propia parroquia y sus entidades afines.

Las cofradías le hicieron entrega de un amplio dossier en el que se explican los estatutos de cada una de las entidades y los derechos que les asisten, con una petición expresa de que se mantenga el estatus actual y, en consecuencia, su papel para organizar los eventos.

El obispo, que este año ha sido elegido para dar el pregón de la Semana Santa Marinera (el año pasado fue el concejal de Fiestas, de Compromís, Pere Fuset), se limitó, por su parte, a escuchar las peticiones y a anunciar la celebración de un encuentro con la otra parte para hacer lo propio antes de tomar medidas.

Entre tanto, la decisión del secretario general de la Semana Santa Marinera de presentar su dimisión sigue adelante. Según explicó el propio José Vilaseca, «mucho tendrán que cambiar las cosas para que cambie de opinión». Y es que su problema no es solo el intento de la parroquia de rescatar las competencias en la organización de la Semana Santa, sino sus enfrentamientos permanentes y públicos con el prior, Jesús Cervera.

«En este tiempo he tenido muchos desencuentros con el prior, puede decirse que ha habido, no una persecución, pero sí un rechazo permanente de mis opiniones», explicó Vilaseca, quien asegura que «el vaso se había ido llenando en muchas discusiones y ataques personales y ésta ha sido la gota que lo ha colmado».

Está convencido, además, de que en la Junta Mayor hay «gente muy válida» para ocupar su cargo, de manera que él se centrará ahora en sus ocupaciones, su familia y su trabajo. Su sustituto podría ser Sergio Bordes.

Finalmente, ayer por la noche estaba previsto que se tomara una decisión sobre la procesión que el próximo sábado iba a organizar la cofradía de la Virgen de los Dolores de la iglesia de Santa María del Mar. El sacerdote ya prohibió que ayer fuera bajada la virgen para vestirla de hebrea y estaba también en el aire esa procesión. Fuentes de la cofradía confiaban en que todo se solucionara, aunque no estaban seguros.

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