R.V.M., Valencia.

Los transeúntes, al pasar por la calle del Museu, se quedan sorprendidos por la nube de humo que sale por la puerta del Convent del Carme, unos se tapan la boca y la nariz, otros agitan algún papel. «Es una avería» dicen unos, y otros más enterados responden, «no, es la niebla»

La nube de niebla sigue ocupando no sólo parte de claustro del Convent del Carme, sino también el vestíbulo -y según algunos testimonios, penetra en los despachos- y si para los visitantes es molesta, hay que imaginar, aguantarla durante horas...

Cultura indicó que «pondrán un protector al mausoleo de Blasco Ibáñez» para que la niebla artificial no le dañe, aunque en opinión del productor ejecutivo de la Bienal de Valencia, Max di liberto indico ayer que ´se han pasado dos técnicas de restauración y no me han indicado aun nada».

De otro lado él, antes de usara la niebla, « consulté a un experto de Florencia y me dijo que ese producto no es nocivo y que los usan en conciertos». Pero él quería tranquilizarse porque «podía afectar a la piedra del claustro que es porosa y al final costarnos la restauración 1 millón de euros». Pero este producto «es un 99% agua y un 1% alcohol pero se evapora antes de caer» dice Di Liberto,q ue añade que él no es experto.

En cambio expertos en estatuaria, que han trabajado en restauración de algunos grupos, señalaron que «no sólo es peligroso, sino que se debiera de retirar inmediatamente».

Hasta ahora los responsables de la Bienal lo que han hecho es cambiar de sitio y la máquina de niebla ha sido trasladada a penas tres metros a la izquierda, pero han aumentado su potencia- porque Denis Santachiara quiere que «la gente atraviese un filtro de agua»- , resultado de lo cual es que hay mucha más niebla, y que la cantidad es tal que no sólo llena el vestíbulo sino que sale a la calle y llega a molestar en el vecino edificio, la sede del Consell Valencià de Cultura.

El director general de Patrimonio, Manuel Muñoz, responsable de los museos de la Generalitat Valenciana, ha rehuido emitir un comunicado, delegando esa responsabilidad que le atribuye la Ley de Patrimonio en técnicos de la empresa extranjera que produce la Bienal.