Ricardo Rodríguez, Valencia

Una de las personas más afectadas en el sepelio de ayer era, sin duda, el valenciano Enrique García Vernetta, quien durante años mantuvo un apasionado noviazgo con Rocío Jurado. Vernetta se mostraba «emocionado y destrozado», poco después de asistir al entierro de la mujer con la que compartió su vida desde finales de los sesenta hasta principios de los setenta. «Ha sido muy duro Ñcomentaba ayer a este diarioÑ, sobre todo por la familia. Para mí, Amador y Gloria han sido también como mis hermanos. Cuando yo llevaba los asuntos de Rocío, coincidió con el traslado a Madrid de su familia, y se creó una relación muy estrecha».

Rocío Jurado siempre ha recordado los años que pasó junto a García Vernetta como los más felices de su vida. Ambos se conocieron, según recuerda el empresario artístico, de manera casual y casi anecdótica: «Protegiéndome de la lluvia compré una entrada para el teatro Apolo, y la casualidad quiso que allí estuviera actuando Rocío. Era muy joven, pero me interesó conocerla. Un amigo común nos presentó, y allí empezó todo». La chipionera apenas tenía veinte años, y era una prometedora artista con una voz privilegiada, que necesitaba alguien que la guiara en el difícil mundo de los escenarios.

El mánager valenciano fue esa persona, y así acabó, de paso, encontrando una compañera sentimental y una vocación: «A Rocío debo agradecerle muchas cosas, pero la principal es que me cambiara la vida, en el amor y también en lo profesional. Mi familia se dedicaba a las barcas, y llegó un momento en el que mi padre me obligó a decidir entre las barcas o la representación de artistas. Me quedé con lo segundo, y ha sido mi vida hasta hoy». La cantante vivió aquellos años con mucha pasión. Llamaba constantemente a su compañero desde cualquier ciudad en la que estuviera actuando, y viajaba constantemente a Valencia. Fueron unos años muy unidos a la ciudad. Ella estaba enamorada, como han recordado estos días muchos de sus pretendientes de aquella época, alos que rechazaba con un explícito «Yo estoy con mi valenciano».

Tras cimentar su relación, y tras saber Rocío Jurado del matrimonio del hermano de Enrique con otra artista como Salomé, le planteó un órdago a su mánager: «Me dijo: ýO nos casamos, o lo dejamosý. Yo no dí mi brazo a torcer, le fui dando largas, y evitando la decisión, hasta que no quiso esperar más y lo nuestro se rompió». Desde la distancia, el empresario valenciano repasa aquel momento de su vida: «En la vida siempre piensas en algunas cosas que hiciste y crees que las podrías haber hecho de otra manera. Está claro que todo hubiera sido distinto».

Se acabó el noviazgo, pero la relación continuó en lo profesional: «Es algo que quiero dejar muy claro. Rocío y yo rompimos como pareja, pero seguimos manteniendo una excelente relación, profesional y personal, con ella y con su familia. Por eso me ha dolido tanto su muerte».