Don Juan Carlos y doña Sofía regresan a Luxemburgo veintisiete años después de su anterior y primera visita al Gran Ducado, que tuvo lugar en julio de 1980, y responde a la que realizaron a España los actuales Grandes Duques, Enrique y María Teresa, en mayo de 2001, pocas semanas después de acceder a la jefatura del Estado.

Este primer viaje al exterior de los sucesores de los Grandes Duques Juan y Josefina Carlota fue y es valorado por España como un gesto de amistad y proximidad con un país con el que se comparten los mismos ideales en la construcción europea.

España y Luxemburgo fueron los dos primeros países en aprobar en referéndum el Tratado Constitucional de la UE y han mantenido en diferentes foros el compromiso de impulsar el proceso paralizado.

Los Gobiernos de ambos países entienden, según fuentes diplomáticas españolas, que el nuevo estado de ánimo, menos pesimista, tras la reciente Cumbre de Berlín, en la que se conmemoró el cincuenta aniversario de la firma del Tratado de Roma, supone un impulso a ese proceso.

Aliados en la UE y en la OTAN, España y Luxemburgo coinciden en su apuesta por el multilateralismo para encarar la agenda internacional y en considerar la cooperación al desarrollo como instrumento fundamental en su política exterior, destacan las mismas fuentes.

Los Grandes Duques Enrique y María Teresa recibirán a sus huéspedes mañana al mediodía en el Palacio Gran Ducal, donde residirán los Reyes durante su estancia en Luxemburgo y donde tendrá lugar un almuerzo de carácter familiar e íntimo.

Los Reyes, que viajarán acompañados por el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, harán una ofrenda floral ante el Monumento Nacional de la Solidaridad antes de acudir al Ayuntamiento, donde don Juan Carlos pronunciará el primero de los cuatro discursos que tiene previstos.

Esa misma tarde el Rey recibirá en audiencia al primer ministro, Jean-Claude Juncker; al presidente de la Cámara de Diputados, Lucien Weiler; y al viceprimer ministro y titular de Exteriores, Jean Asselborn, con quien celebrará un encuentro su homólogo Moratinos.

Mientras, la Reina irá al Museo de Arte Moderno para ver una exposición del fallecido artista contemporáneo luxemburgués Michel Majerus.

La jornada concluirá con una cena de gala en el Palacio Gran Ducal. con discursos del Rey y el Gran Duque Enrique.

El martes, los Reyes, en compañía de los Grandes Duques, irán al castillo de Betzdorf, sede de la Sociedad Europea de Satélites, donde serán informados de las actividades que este centro desarrolla en América Latina, Europa y, más concretamente, en España, y tendrán un encuentro con los españoles que allí trabajan.

El Museo Nacional de la Historia y del Arte figura también en la agenda Real. Allí, inaugurarán la exposición "Pierre-Ernest de Mansfeld (1517-1604), príncipe del Renacimiento", que trabajó a las órdenes del emperador Carlos V.

El Gobierno de Juncker ofrecerá un almuerzo a los Reyes en el castillo de Bourglinster, donde don Juan Carlos pronunciará unas palabras.

A media tarde, como es costumbre en todos los viajes de los Reyes al extranjero, se reunirán con una representación de la colonia española, formada por unas 3.500 personas, en su gran mayoría funcionarios europeos, empleados de empresas financieras y emigrantes que residen en el país desde hace décadas.

La música del compositor catalán Eduard Toldrá y de Beethoven, interpretada por el Cuarteto Casals, sonará en la recepción que los Reyes ofrecerán a los Grandes Duques y a su Gobierno en la sede de la Philharmonie de Luxemburgo.

El tercer y último día del viaje de Estado tendrá un contenido económico y empresarial, con la asistencia del Rey y el Gran Duque a un seminario en la Cámara de Comercio, y una visita a la sede de la mayor productora de acero del mundo, Arcelor, participada en un veinte por ciento por la española Aceralia.

Será el momento para hablar del interés español por invertir más en este país y equilibrar una balanza comercial que en 2006 fue deficitaria para España en 240 millones de euros.

La Reina, por su parte, visitará la Universidad de Luxemburgo, donde conversará con estudiantes españoles, y al que asistirá su rector, el español Rolf Tarrach.

Según datos de Exteriores, el pasado año España importó por valor de 416,1 millones de euros frente a los 176,6 que supusieron las exportaciones.

Las inversiones españolas en el Gran Ducado ascendieron en 2005 a 1.030 millones de euros, orientadas sobre todo al sector finanzas, seguido de telecomunicaciones, banca y seguros.

Del total del capital español invertido en el extranjero, el 3,63 %, una cifra importante para el Gobierno español, se concentra en Luxemburgo, centro financiero mundial al que España considera paraíso fiscal.

Aunque Luxemburgo se ha comprometido a eliminar el secreto bancario en 2010, su Gobierno negocia con el español que sea excluido antes de esa fecha de la lista de países considerados por España como paraísos fiscales.

Sin embargo, fuentes diplomáticas españolas, destacaron que este tema no será objeto de nuevas discusiones durante la visita de Estado de los Reyes, que regresarán a Madrid el miércoles a media tarde.