Rafel Montaner, Valencia

El Instituto de Telecomunicaciones y Aplicaciones Multimedia (iTEAM) de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) está trabajando en un ambicioso proyecto de investigación europeo cuyo objetivo es frenar la velocidad de la luz con el fin de poder utilizar las señales ópticas en los procesadores informáticos sin necesidad de transformarlas en impulsos eléctricos. Esto aumentaría enormemente la rapidez con que trabajan los ordenadores al tiempo que se reduce su tamaño. También mejorará la eficacia de los sistemas de comunicación al consumir menos energía y reducir las pérdidas en la señal.

El catedrático de la UPV y director del iTEAM, José Capmany, explica que lo que se persigue es «retardar la velocidad de la luz entre 100 y 1.000 veces a través de un sistema de filtros». Este científico explica que el «bajar de 300.000 a 300 kilómetros por segundo (km/s), aunque todavía sea una velocidad muy alta, puede ser muy útil para determinadas aplicaciones, como los procesadores ópticos para ordenadores».

Esto supondría eliminar la barrera con que se encuentran los circuitos ópticos para microchips, ya que -a diferencia de los circuitos electrónicos-, «no existen memorias que almacenen los bits o paquetes de información ópticos, con lo que se pierden los datos que no se pueden procesar al instante», apunta. Este científico valenciano de 45 años detalla que si se logra «ralentizar la luz para que vaya más despacio, se pueden procesar todos los paquetes de datos» al almacenar la información en el tiempo.

Fotónica de microondas

Es decir, que el dominio de la velocidad de la luz, concreta Capmany, «permitiría mejorar el flujo de transmisión de la información entre los componentes de los ordenadores, de las antenas y de los satélites, evitando la saturación y permitiendo, por lo tanto, un funcionamiento óptimo de cualquier sistema de comunicaciones, .

Los investigadores de la UPV trabajan en fotónica de microondas, en el diseño y puesta en marcha en laboratorio de un demostrador de filtros sintonizables de señales de microondas.

Al respecto, Capmany relata que al poder utilizar estos filtros sintonizables, la misma estructura puede servir tanto para una banda baja -la señal UMTS que utilizan los móviles-, intermedia (Ultra Wide Band) y hasta para una banda alta como el Radar o las ondas milimétricas. «Incluso puedes instalar una misma estructura con tres configuraciones y utilizarlas para que una antena radie en tres bandas diferentes, es decir, tener antenas multibanda. Todo esto aportará grandes beneficios, en cuanto a prestación y servicio, en cualquier sistema de comunicaciones», concluye.

Investigadores de Europa e Israel

En definitiva, lograr gobernar la velocidad de la luz permitirá una mejora sustancial tanto en las comunicaciones digitales, como en las analógicas. En las primeras, porque al poder ralentizar la luz se puede realizar funciones sobre la señal que va por la fibra sin necesidad de convertirla a eléctrica. Mientras, en las analógicas, incorporar estos dispositivos a sus sistemas ópticos, permite generar y procesar señales de microondas con mayor versatilidad que si se emplea únicamente elementos de microondas o de radiofrecuencia.

En este proyecto conocido como Gospel (Governing the Speed of Light) por sus siglas en inglés, además del iTEAM de la Politécnica, participan científicos de universidades de Italia, Alemania, Suiza e Israel.

Gospel está financiado por el Séptimo Programa Marco Europeo de Investigación y Desarrollo (VII PM), en el marco de los Proyectos Europeos de Tecnologías Futuras y Emergentes. En la convocatoria de este año se presentaron un total de 104 proyectos, de los que sólo cuatro-entre ellos el que participa la Universidad Politécnica- resultaron seleccionados.