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No todos lo admiten, a pesar de que las hemerotecas les desmienten. Los famosos y las famosas nacionales e internacionales han encontrado en el bisturí y el «bótox» un gran aliado. Con mayor o menor fortuna y, en algunos casos, llegando al cambio radical, no sólo de rasgos sino de color, de Michael Jackson.

Las intervenciones «favoritas», tras el aumento de pecho (Pamela Anderson o Yola Berrocal son ejemplos extremos) son las del «triángulo de la belleza»: mentón, pómulos y nariz. Antes de Belén Esteban, son evidentes los retoques nasales de María Eugenia Martínez de Irujo, Paula Vázquez y un larguísimo etcétera en el que entra incluso la princesa de Asturias, Letizia Ortiz. En labios, el caso más célebre, es la modelo alicantina Esther Cañadas.

Una de las mujeres más operadas del mundo, y confesa, es la cantante y actriz Cher. Nicole Kidman es una adicta a la toxina botulínica. Los hombres no escapan de esta tentación. El caso más exagerado quizá sea el del actor Mickey Rourke. Pero la lista es interminable: Meg Ryan, Melanie Griffith, Lindsay Lohan, Ana Torroja... Los críticos apuntan que pierden expresión, que todas las narices son iguales y las bocas, desmesuradas.

Los Janeiro opinan sobre la nueva Esteban

Un día después de publicarse las primeras imágenes del espectacular cambio de imagen de Belén Esteban, las opiniones de su ex familia política no se han hecho esperar. Carmen Bazán, madre de Jesulín de Ubrique dice «aún no he podido verla» pero el hermano del torero, Víctor, opina que «está estupenda». La que no ha tenido reparo en criticarla es Laly Bazán, tía de Jesulín que ha dicho que lo que tendría que operarse es «la lengua». «Por mucho que la mona se vista de seda, mona se queda», añade. El suegro de Belén sí la ve muy guapa.