Doce de la mañana, seis grados en los termómetros de Valencia y la gente leyendo cómo se congela media España. En estas condiciones no es de extrañar que le gente busque la mejor forma de abrigarse, por ejemplo, la cabeza. Y no es extraño, por tanto, que la tienda de sombreros más famosa de la ciudad, Sombreros Albero, estuviera ayer repleta de público. Las dos, la de la Plaza del Mercado y la de la calle Xàtiva, la que está frente a la plaza de toros y parece, erróneamente, que le diera nombre al negocio.

Ya antes de que los fríos polares vinieran a visitarnos esta prenda había experimentado un importante avance. Las mejores firmas la habían puesto de moda y prácticamente todas las tiendas de ropa ofrecen sus modelos. La Navidad, además, incrementa el interés, pues se trata de un artículo «muy de regalar». Pero ha sido el frío el que le ha dado un impulso final. «Digamos que se ha reactivado la venta«, dice Rafael Albero Viñals, propietario de las tiendas junto con su prima Inmaculada.

En cualquiera de las dos la oferta es abundante. Calcula que habrá unos 7.000 modelos disponibles, lo que hace bueno el lema de la familia: «Tu tienes tu estilo y nosotros tu sombrero». En sus vitrinas y estanterías hay desde las gorras más tradicionales, esas que ayer buscaban muchas personas mayores, hasta los sombreros de ala corta, que «son los que están más moda» y los que más se están vendiendo estos días. Tienen también gorros clásicos, de ceremonia, gorras modernas y productos más técnicos enfocados al mantenimiento del calor. Las gorras con protección para las orejas ya se han agotado, asegura.

De todas formas, no sólo del invierno vive esta tienda. También las calores del verano, aderezados con una cada vez más fuerte dosis de rayos ultravioleta, invitan a protegerse. «La gente ahora se tapa más para evitar pecas o manchas en la piel», dice Albero, quien asegura, sin duda, que «la mejor protección del sol es un gorro».

En verano el modelo estrella es el «panamá». Y si de ceremonia hablamos, la pamela ha vuelto con mucha fuerza a raíz de las últimas bodas reales.

En conclusión, que las dos tiendas de sombreros Albero, las únicas del gremio que hay en Valencia, están capeando la crisis con holgura. Su tradición —la de la Plaza del Mercado se creó en 1820—, y su renombre le traen clientes de todo el mundo, tantos que en el mes de julio pasado se decidieron a salir de Valencia y se instalaron, con notable éxito, en Zaragoza.