­El ex torero valenciano Luis Francisco Esplá reconoció que «sería absurdo» negar el sufrimiento del toro en la plaza, pero remarcó que la fiesta es un rito que compensa la muerte de las

reses bravas, una raza que, dijo, ha evolucionado genéticamente pa-ra embestir en el campo y en la arena.

Esplá compareció en la comisión de Medio Ambiente del Parlamento de Cataluña donde se debate el futuro de las corridas, después de que la cámara admitiese a trámite una Iniciativa Legislativa Popular de una plataforma animalista que reclama la prohibición de los toros en Cataluña.

El veterano matador pidió irónicamente la abolición de los toros, «el único espectáculo comparable con la ópera», ya que «es denigrante para esta sociedad ver cómo los taurinos se regodean en lo cortés, el valor, la honestidad, la generosidad y el respeto a la norma y la tradición». En esta línea de ironía, subrayó que «no puede ser bueno que en esta época de vorágine tecnológica» en que los seguidores de un torero u otro se puedan sentar juntos, sin vallados (en referencia implícita al fútbol) «salgan de la plaza eufóricos, no destrozan vehículos, no rompen escaparates, ni queman contenedores de basura».

Esplá señaló que el toro bravo es un animal seleccionado genéticamente por generaciones, lo que le ha provisto de unas cualidades que le hacen único en su comportamiento en la plaza, al igual que a un corredor de maratón es capaz de acabar una carrera. «El toro embiste donde le llaman, defiende sus terrenos y no admite intromisión, su actitud ante la muerte no se asemeja a la de ningún otro animal, muere en actitud de arrogancia». Esplá reconoció que el entendimiento entre taurinos y antitaurinos es imposible: «Estamos ante un debate sobre lo que es o no pecado, de conciencia, de credo».

El ex matador alicantino confesó que nunca ha tenido piedad del toro en la plaza y que no ha visto «conmiseración en su mirada». El torero concluyó considerando que los toreros son los artistas más generosos al ofrecer su vida en la plaza: «Para mí, la cornada nunca ha sido un revés del destino, es la respuesta necesaria, es obligación del toro cogerme y matarme».

Por su parte, el torero catalán Serafín Marín apeló al seny (sensatez) de los diputados catalanes para poder seguir trabajando en su tierra. Terminadas las comparecencias, aún no está fijada la fecha en la que los parlamentarios votarán.

Los espectadores aumentan desde 2003

El empresario Pedro Balañá, propietario de la plaza de toros La Monumental —única que celebra corridas actualmente en Cataluña—aseguró que el coso recibe cada vez más espectadores desde 2003, si bien no concretó datos y se limitó a especificar que todo ello sucede sin que las administraciones catalanas ofrezcan ninguna subvención o ayuda pública. El director del departamento de Fisología Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, Juan Carlos Illera, explicó un estudio según el cual los toros sufren mucho más estrés durante el transporte que en la lidia. e. press barcelona