domingo diges, jimmy y lena

Con lo que fue Eurovisión y se ha convertido en una suerte de paraíso del friquismo. Dicen que Chikilicuatre, esa criatura del bestiario de Buenafuente, abrió la veda. Pero para mí que ya venía de antes (¿o no recuerdan a los Lordi?). A mí el chiqui-chiqui de Rodolfo me parecía una alucinación genial hasta que decidieron llevarla al festival. Ahí perdió la gracia y al final hubo que sacrificarlo. Luego llegó Karmele. Y me pasó peor, porque la gracia no la vi nunca, con todo mi cariño hacia Karmele. Hubo un coladero por el que empezaron a entrar pavos, muñecos, graciosos y graciosillos. Hasta que ocurrió lo de John Cobra. Y cuando Cobra creía que había hecho lo más —pese a que la verdadera protagonista del incidente fue Anne Igartiburu cogiéndole la barbilla— va Jimmy Jump y le supera. Pero la maldición, o el gafe, o el mal de ojo o la polémica eurovisiva no acaba ahí. Resulta que gana una chica con carita de niña buena, seguidora de la fe de Taizé, pero en Alemania escarban en su corto pasado y dan con un vídeo en el que se lanza desnuda a una piscina. Y además Mariola Orellana, representante de artistas y pareja de Antonio Carmona, se mete, por lo visto, con Soraya, penúltima en Eurovisión 2009. Y Daniel Diges, ahí en medio, viendo como hablan unos y otros de unos y de otros. Cuando, al final, lo que queda, año tras año, es José Luis Uribarri, siempre diciendo exactamente lo mismo con el mismo tono. ¿Cuántas décadas ya?

lunes el brazalete

Si a mí un juez me pusiera un brazalete para controlar mis movimientos yo también le pondría pegatinas de Chanel. Como Lindsay Lohan. Aunque fueran de los chinos. Y si me condenaran a trabajos forzados iría vestida de alta costura. Como Naomi Campbell. Aunque fuera de H&M. No entiendo al togado que le ha dicho a la incorrecta Lindsay que nada de forros, pegatinas ni trapitos de Chanel ni de Zara. Así que creo que ha hecho bien la díscola Lohan posando en una sesión de fotos con su brazalete anti-alcohol que rodea su tobillo izquierdo bien a la vista. Y encima dice que con los beneicios recolectará fondos para obras benéficas. Estos jueces, con esas togas, no han comprendido que lo delictivo no está reñido con lo cool. Claro que a mí no me han pillado nunca bebida al volante ni he fallado nunca a una cita con los tribunales. Como Lindsay. Ni voy a Alcohólicos Anónimos, monto escándalos si me dejan, recibo diamantes de origen sangriento como regalo ni golpeo al servicio. Como Naomi.

martes el peor look de la década

Una encuesta, la de Ciao, sitúa a Belén Esteban como la peor. Vestida. Una «choni», dicen. Me acuerdo del chándal rosa afelpado, del pareo en su tiempos de bakalao en la playa, de su poca gracia para caminar con tacones, de Jorge Javier Vázquez soltándole, en plenas campanadas, que le habían puesto un Versace porque Gianni, el pobre, ya no podía protestar. Recuerdo, incluso y con perdón, el vestido de novia. Está claro, no es su fuerte. Claro que los estilistas y sastras y demás de Mira quién baila tampoco han ayudado mucho. Estoy con sus compis de Tele5, del Tele5 de Sálvame, que es el bueno, el de ¡arriba la Esteban!, y no del Tele5 de MQB, que es el malo. Le plantaban unos trajecitos que déjate. Comparen, comparen, con los de Edurne. O los de la Lomana. Claro que donde hay, hay. Tipazo o fondo de armario. Pero lo hacían adrede. Seguro.

miércoles

coca-cola «light» y café con sacarina

Domingo, 16 de mayo, 17 horas. Terraza de El Pardo. Dos mujeres charlan amistosamente. Sobre la mesa, una Coca-cola light y un café solo con sacarina. Nada de especial. De no ser porque las dos mujeres son Letizia, una, la de la Coca-cola. E Isabel Satorius, la otra, la del café. Y porque Sartorius fue el primer amor del príncipe Felipe. Diezmi tiene las fotos del encuentro, que califican de secreto, aunque de secreto, claro, tiene poco. Primero, porque las damas están sentadas tranquilamente a la vista de todos. Segundo, porque ya las ha visto medio planeta. Igual no es para tanto o es para nada que una mujer hable con la ex de su marido y que se lleve bien con ella. Pero tratándose de quienes se trata corren las especulaciones. ¿De qué hablaban? ¿quién pidió la cita? ¿con quién conversó la princesa desde su móvil? ¿qué papeles miraban? Dicen que Isabel Sartorius —la chica triste la llamaban, la que nunca superó la ruptura, la del extraño matrimonio y embarazo— ha conservado la amistad del príncipe. Diseña bolsos y Letizia no ha dudado en lucirlos, con el logo de la ex y todo. Tengo entendido incluso que comparten centro de belleza Vip. Pero ¿que dirá Peñafiel?

La jessica rabbit de wall street

«Yo no soy mala, es que me han dibujado así». Lo dijo Jessica, la mujer de Roger Rabbitt, pero lo podía suscribir Debrahlee Lorenzana. La neoyorquina ha denunciado al Citibank por despedirla por vestir «demasiado sexy». Les molestaba que llevara faldas de tubo, tacones altos y trajes ajustados. Pero ¿estos hombres tienen idea de lo que es el look working girl, el power dress, el dressing for success? ¿Es que no leen Vogue? ¿O Cosmopolitan? ¡Pero si es un estilismo de manual!

viernes carrie también viste de zara

Estreno en España de la segunda película de Sexo en Nueva York. Las críticas son demoledoras, seguramente con razón. Y es posible que, como sentencia Eugenia de la Torriente en su blog, Carrie Bradshaw haya muerto. Cine, cine, la verdad es que nadie esperaba. Tampoco lo había en la primera parte, pero había manolos y un vestido de novia extremo de Vivienne Westwood y un bolsito de la torre Eiffel. Dispuestas estábamos a soportar que las chicas cambiaran el asfalto de Manhattan por la arena del desierto. Mentalizadas para asumir esos estilismos orientales. Preparadas para aguantar el tipo después de saber que Patricia Field había intercalado prendas de Zara con diores o louboutins en el impresionante fondo de armario de Sarah Jessica (48 cambios de ropa en lo que dura la película). Pero ya veremos cómo salimos de la sala después de enfrentarnos a la más dura prueba: las protagonistas se suben a cantar ¡a un karaoke! Ay, Carrie, ¡si al final vas a ser como todas!as curvas ya las pone cada una y las distracciones, la mente más o menos calenturienta de cada uno. A Debrahlee la dibujaron así.

viernes carrie también viste de zara

Estreno en España de la segunda película de Sexo en Nueva York. Las críticas son demoledoras, seguramente con razón. Y es posible que, como sentencia Eugenia de la Torriente en su blog, Carrie Bradshaw haya muerto. Cine, cine, la verdad es que nadie esperaba. Tampoco lo había en la primera parte, pero había manolos y un vestido de novia extremo de Vivienne Westwood y un bolsito de la torre Eiffel. Dispuestas estábamos a soportar que las chicas cambiaran el asfalt

o de Manhattan por la arena del desierto. Mentalizadas para asumir esos estilismos orientales. Preparadas para aguantar el tipo después de saber que Patricia Field había intercalado prendas de Zara con diores o louboutins en el impresionante fondo de armario de Sarah Jessica (48 cambios de ropa en lo que dura la película). Pero ya veremos cómo salimos de la sala después de enfrentarnos a la más dura prueba: las protagonistas se suben a cantar ¡a un karaoke! Ay, Carrie, ¡si al final vas a ser como todas!