Distintas asociaciones españolas y europeas de diarios, radios y televisiones, entre ellas AEDE, han suscrito hoy la ´Declaración de Madrid´, un documento de veinte puntos con el que proponen vertebrar el apoyo de las instituciones de la Unión Europea a los medios de comunicación. Las medidas se estructuran en tres grandes ámbitos: un nuevo modelo industrial, la defensa de los derechos de propiedad intelectual, y la libertad publicitaria.

La Declaración de Madrid ha sido presentada esta tarde durante el Encuentro Europeo de Medios, que se celebra en el Instituto Cervantes de Madrid, enmarcado en los actos del actual turno español en la Presidencia semestral de la Unión Europea. La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, clausuró las jornadas, destacando que "la comunicación es el hilo que teje la urdimbre de la globalidad del mundo en que vivimos, y es mucho lo que los medios hacen y pueden hacer por los grandes objetivos de la sociedad, que apuesten por la educación, la igualdad, el conocimiento y la integración social".

"Somos muy conscientes de lo que los medios de comunicación representan", subrayó la vicepresidenta. "En sus manos pone la democracia el cumplimiento de uno de los derechos que la sustentan, la solidez de uno de sus pilares fundamentales, como es el derecho de la información. Pero eso, España, Europa, apoya el desarrollo de unos medios de comunicación libres y plurales, y espera mucho de ellos".

Declaración de Madrid

En su preámbulo, la declaración madrileña sostiene que el creciente avance de las nuevas tecnologías, los nuevos soportes y la digitalización informativa están cambiando la estructura actual de la industria de la comunicación. "El impacto de Internet y la expansión de la telefonía móvil, ebooks y demás soportes digitales y las plataformas de distribución hacen que editores y profesionales del periodismo debamos adaptarnos a la nueva era digital".

"Expertos y analistas coinciden en que la convergencia entre tecnologías influirá en el futuro de los medios", prosigue la declaración. "Nadie sabe bien cómo serán los medios periodísticos de comunicación en 2020, pero hay pocas dudas de que las empresas que integren su condición multimedia y la información de calidad estarán bien posicionadas para sobrevivir. Todo ello ofrece nuevas oportunidades, pero también nuevos riesgos que deberían evitarse".

Para las asociaciones firmantes, la futura viabilidad de los nuevos medios e industrias de comunicación se juega buena parte de su viabilidad en la defensa de sus derechos de autor. "A pesar de la legislación en defensa de la propiedad intelectual, persisten en la red usos indeseados. La profusión de técnicas digitales de copia y agregación que incumplen cotidianamente la normativa y reproducen sin autorización contenidos en Internet, a la larga dificulta la rentabilidad de los medios, devalúa el trabajo de los periodistas y pone en riesgo el rigor y la calidad de la obra periodística y amenaza la viabilidad de estas empresas".

La Declaración ha sido suscrita por la Asociación Española de Radiodifusión Comercial, la Asociación Europea de Radios, La Asociación de Editores de Diarios Españoles, la Asociación Española de Editoriales de Publicaciones Periódicas, la Unión de Televisiones Comerciales Asociadas, la Asociación de Televisiones Comerciales Europeas y la Federación de Asociaciones de Periodistas de España.

Entre otras medidas concretas, la Declaración de Madrid propone defender la competitividad industrial, con modelos más abiertos, participativos y plurales, que respeten el empleo y eviten la precarización, así como facilitar el acceso, en igualdad de condiciones, de los distintos medios a los nuevos modelos de negocio digitales. Pide también velar por la neutralidad tecnológica de los sistemas de distribución audiovisual, y la definición de un modelo tecnológico digital para las radios.

Defiende asimismo el impulso de un nuevo marco legislativo europeo audiovisual global, la definición del servicio público televisual, y el impulso de planes de formación profesional para periodistas y de Alfabetización Mediática de los más jóvenes, para educar a los ciudadanos y aumentar su participación en la sociedad de la información y economía del conocimiento. "Los editores de prensa y los periodistas desempeñan un papel activo en este ámbito, incluso mediante la prensa digital, y deben ser reconocidos como factores esenciales que contribuyen al debate democrático", se indica.

En materia de derechos de propiedad intelectual, los firmantes demandan que las autoridades europeas sean firmes frente a terceras partes que utilizan el trabajo de autores, editores y radiodifusores, sin permiso, ni pago, "por cuanto esa circunstancia amenaza la producción de contenidos de calidad y la existencia de un periodismo independiente".

"Defendemos que, en materia audiovisual, se tomen medidas para que los derechos exclusivos y de remuneración reconocidos a los distintos titulares queden clarificados en todo el espacio europeo; por la transparencia de las entidades de gestión de derechos de propiedad intelectual, y por que existan organismos arbitrales eficaces que palien la elevada litigiosidad", se dice en la declaración.

En libertades publicitarias, la Declaración de Madrid demanda que se evite cualquier requisito más estricto a la prensa escrita, por constituir una carga adicional claramente discriminatoria frente a las condiciones publicitarias de otros medios de comunicación. Asimismo, recomienda a los medios seguir promoviendo altos estándares éticos en la autorregulación de la publicidad, conciliando la libertad de expresión de los anunciantes y la libertad de publicidad de las empresas.

La publicidad como garantía de transparencia

Los participantes en la tercera mesa redonda, sobre Publicidad, coincidieron en el valor de ésta como garantía de independencia y transparencia para los medios de comunicación. Lázaro García Herrero, director de Marketing de Publiespaña, elogió la publicidad como base del derecho de los ciudadanos a ejercer la libertad de elección, y como fuente fundamental de ingresos y parte esencial del modelo informativo de las sociedades democráticas. Frederick Stucki, secretario general de la Asociación Europea de Radio, coincidió en ese valor instrumental de la publicidad para reforzar el pluralismo y la información de los ciudadanos, y destacó la importancia de contar con unas reglas equitativas en los distintos medios. García Herrero subrayó en ese sentido la importancia de promover mecanismos de autorregulación.

Valdo Lehari, presidente de la Asociación Europea de Editores de Periódicos, y Arnaud Decker, director de Relaciones Institucionales de Lagardère, consideraron que el modelo publicitario tradicional sigue siendo válido para la prensa, si bien conviene complementarlos con ingresos adicionales, aprovechando las sinergias con otros soportes y mercados, cualificando el prestigio de sus marcas y poniendo en valor sus contenidos. María Penedo, representante de la FAPE, consideró que la actual crisis de ingresos publicitarios en prensa trasluce que los ciudadanos cada vez leen menos periódicos en papel, y se mostró convencida de que la alfabetización mediática de los más jóvenes, entre otras medidas, podrían ayudar a recuperar lectores.

Convergencia tecnológica y competencia

La última conferencia de la jornada corrió a cargo de Cecilio Madero, director de Mercados y Casos de la Dirección General de la Competencia, de la Comisión Europea. Recordó que su departamento estudia caso por caso distintas ayudas nacionales y europeas a empresas periodísticas, siempre temporales y que no distorsionen la libre competencia. Las justificó desde su certeza de que la prensa escrita tradicional resulta imprescindible para la libertad, el pluralismo y el debate contradictorio en que se basa la sociedad democrática.

Madero consideró que la actual crisis financiera ha coincidido con un preocupante y estimulante proceso de tecnológica que apenas acaba de empezar. Citó un estudio de Morgan Stanley que asegura que en 2013 la mayoría de internautas se conectará a Internet por móvil en vez de por banda ancha. A su juicio, si hasta ahora las empresas decidían lo que leían, veían o escuchaban sus públicos, ahora son las audiencias quienes deciden los contenidos a los que acceden. Para el director de la Comisión, esa revolución tecnológica, con su implícita transición hacia un nuevo modelo de comunicación, hace que se espere de los reguladores de la Comisión Europea decisiones rápidas y dinámicas, basadas en estudios económicos también ágiles y eficientes, que ayuden a preservar el legítimo interés de los ciudadanos y eviten posibles distorsiones a la libre competencia.