La situación actual provoca que la mayor parte de la población de los países desarrollados hablen "casi únicamente" de la crisis económica, pero existe también una crisis del agua, del clima, de los ecosistemas y, en definitiva, una crisis medioambiental que tiene muchos paralelismos y semejanzas con la primera pero también una "gran diferencia", ya que la financiera es "reversible" y la segunda no lo es, según la analista de Economía del Medio Ambiente, Sybille van den Hove.

En el marco de la 'Green Week' (Semana Verde) que ha concluido en Bruselas, Van den Hove, que reside en Barcelona, ha explicado a Europa Press que en ambos casos hay "causas comunes" como son la manera de gestionar los stocks financieros, los stocks del capital natural del Planeta y el abuso de los flujos que la naturaleza ofrece.

"El mundo tiene que saber que no es casualidad que estemos en esta crisis económica, de la que podremos salir, pero planeta sólo hay uno y no podemos crecer materialmente de forma progresiva o sostenida por siempre en una Tierra con recursos finitos", ha advertido.

Además, ha recordado que ya se han perdido especies para siempre "que nunca volverán" y ha apuntado que, en su opinión, el "meollo de la cuestión es que muchos humanos están desconectados del mundo natural". "Hay que reconectar a la gente con el medio ambiente. La comida no viene del supermercado. Pero para ello cada individuo debe dar un paso porque es muy fácil decir que los políticos son corruptos o tontos y los empresarios solo buscan el beneficio, pero somos nosotros quienes consumimos. Todos debemos cambiar y actuar", ha subrayado.

En ese sentido, ha reconocido que "no todo es negativo" sino que hay personas, empresarios o políticos que mantienen una voluntad de cambio, al tiempo que ha incidido en que los individuos "no son tontos" porque en su interior tienen conciencia de que "si el ecosistema cambia, todo cambia".

Un mensaje parecido es el que han expuesto hoy, en Madrid, las organizaciones Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF, que han coincidido en reclamar una economía más respetuosa con la biodiversidad y han apostado por compatibilizar la actividad humana con la protección del entorno.

Las ONG también han exigido "la aprobación urgente" de una Estrategia Estatal de Conservación de la Biodiversidad que limite el impacto de los sectores productivos y potencie la gestión y recuperación de las áreas protegidas de la Red Natura 2000 y de las especies en peligro de extinción.

En concreto, se han centrado en aspectos como la correcta gestión del agua, los mares, los bosques, la agricultura y la lucha contra la extinción de especies, y alertan sobre las consecuencias de la agricultura industrial, la pesca insostenible, la degradación y contaminación de los cursos de agua, la tala de bosques tropicales, los incendios forestales o los impactos derivados del transporte, la construcción de infraestructuras y la urbanización del territorio, entre otros.

En este sentido, los grupos insisten en la importancia de minimizar estos impactos ya que generan la pérdida de la biodiversidad y recuerdan que este 2010 ha sido declarado por la ONU 'Año Internacional de la Diversidad Biológica'.