El conocido como "síndrome de la clase turista" no es de esta clase -de la "first class" de los nuevos Airbus A-380 de la aerolínea Emirates-. Las estancias de los nuevos aviones adquiridos por la compañía del Emirato de Dubai, más parecen de un hotel de lujo que de una aeronave que pesa 560 toneladas y que es capaz de transportar a más de quinientas personas a más de quince mil kilómetros a una velocidad de mil kilómetros por hora.

Este "superjumbo" ofrece a los pasajeros que viajen en primera clase "suites" individuales, salas de estar privadas, asientos que dan masajes, ducha-spá, 1.200 canales de entretenimiento y control inalámbrico de todas las funciones. ¿Quién da más?.

Pues ayer lo dio la aerolínea, que en la Feria Internacional de Aviación que se celebra estos días en Berlín, firmó un acuerdo con el consorcio Airbus para la compra de 32 aviones A380-800 por un valor de 11.500 millones de dólares, con lo que la flota de "superjumbos" de la aerolínea dubaití llegará a los 90 aparatos, convirtiéndose en una de las más potentes del mundo en los vuelos de largo alcance.

El acuerdo entre el presidente del consorcio de aviación europeo, Tom Enders, y el presidente y director ejecutivo de Emirates, el jeque Ajmed Bin Said Al-Maktoum, contó con la canciller alemana Angela Merkel como testigo, que se dio un respiro tras el anunció del lunes del mayor recorte económico desde la Segunda Guerra Mundial.

Y el jeque lanzó un aviso a navegantes -aéreos-. "No es mi intención coleccionarlos", dijo. La intención de Emirates, que tenía contratada la construcción de 58 aparatos A-380 antes de firmar los 32 de ayer, es "reforzar su estrategia para posicionarse como una de las compañías que actúan a nivel global e incrementar el desarrollo de Dubai como nudo para el tráfico aéreo mundial", ampliando, además, el aeropuerto.

Pero los deseos del jeque Ajmed Bin Said Al-Maktoum no quedaron satisfechos con la firma de los 32 nuevos aviones; también se interesó por si se podría fabricar una versión más ancha y espaciosa. Y dicho y hecho, Tom Enders dijo que cumpliría dichas aspiraciones, aunque sin poner una fecha.