Para usted una simple camiseta significa mucho.

La camiseta es todo lo que hay detrás de los últimos 29 años, cuando empezamos.

¿Aun se siente en deuda con Julia Roberts y otras estrellas por elegirlas?

Y tanto. Que las celebridades utilicen tu producto siempre es una herramienta de marketing muy potente.

¿Los niños Custo son una prolongación del hombre y la mujer Custo?

La idea fue mantener filosofía y concepto y reducir tamaño. El lenguaje, el ADN nuestro es el color y el grafismo, que es un lenguaje muy natural para ellos. La idea de la colección es lo de mayores en tamaño pequeño y luego hay una aplicación del lenguaje propio para niños. Hemos hecho una colección de más de cien piezas. Espero que les guste, y a sus mamis. Empezamos en plena crisis hemos superado las expectativas.

En plena crisis han seguido abriendo tiendas y desfilando en Nueva York.

La crisis afecta a todo el mundo, nos ha obligado a hacer las cosas de forma diferente.

¿A bajar precios?

Sí, la gran preocupación del consumidor es el precio. Hemos reducido costes deslocalizando producciones, trabajando con otras materias, apretando márgenes y hay productos que se ha conseguido bajar el precio un 30-40%.

Lo que usted llama el ADN de Custo ¿es la clave de su éxito?

Para nosotros la prioridad es que el consumidor identifique el producto sin necesidad de leer la etiqueta.

Queda claro pues que no cambiará.

Después de 29 años ya no vas a cambiar, no queremos cambiar.

Pero son diseños jóvenes.

Lo puede llevar cualquiera, la edad es un estado totalmente mental, el cuerpo es otra cosa. Tienes la edad que quiere tener.

También mantienen Barcelona como «apellido».

Eso no debe cambiar nunca.

Custo es una de las firmas más imitadas y Warner les denuncia por supuestamente plagiar a Piolín.

Me parece exagerado todo lo que pasó. Los señores de Warner están ejerciendo su derecho a reclamar un parecido con algo suyo, que nosotros decimos que no es. Es una reclamación de 2005 archivada en un juzgado de Barcelona, pero la prensa de ahí ha sacado mucho humo.

Uno de sus últimos trabajos ha sido el mallot para el líder de la Vuelta ciclista a España. Usted fue deportista.

El mallot no deja de ser unacamiseta y yo soy un enamorado del deporte.

Creo que no es partidario de las subvenciones públicas a la moda.

Nos han dado muy pocas. Las subvenciones siempre son bienvenidas pero mantener un proyecto a base de subvenciones es totalmente equivocado.