«Lo que tiene inercia es difícil de parar, lo que tiene estabilidad es difícil de tumbar y lo que tiene calidad y verdad es argumento eterno». Con estas palabras le dio ayer la alternativa Luis Francisco Esplá a su hijo Alejandro en una tarde llena de emociones que culminó con ambos toreros saliendo por la puerta grande de su plaza, la de Alicante. «A pesar de todo ello, el secreto está en empujar y hacer fuerza siempre», le recomendó al toricantano para terminar sus palabras.

El público tenía ganas de que los dos recordaran este día y rindió un emotivo homenaje al Esplá que se va después de 34 años como matador al tiempo que recibió con buen ánimo al recién estrenado torero. Junto a ellos Morante, testigo de excepción que incluso acompañó en banderillas a padre e hijo. «Le pregunté a José Antonio si le parecía bien, no quería comprometerle, pero ha estado encantado», explicaba el propio Esplá en el callejón durante el descanso. Lucimiento y divertimento a tres bandas con el público entregado.

El toro de la alternativa de Alejandro Esplá se quedó algo corto en los muletazos pero tras una faena diseñada con la cabeza fría y una estocada, logró arrancarle una oreja. Era su primer toro y como no podía ser de otra forma, el destinatario del brindis fue su padre. Y lo que le salió, «de forma espontánea», según sus propias palabras, fue más o menos algo así :«Espero no morirme de hambre habiendo elegido la profesión que tú también elegiste. Yo la he elegido por la admiración y el respeto que te tengo tanto como torero como como padre».