Domingo el marido traidor

Resulta que el traidor no era el vecino de San Blas, ni el padre del torero. El traidor estaba en casa. Luego dirán que a dónde van algunos (de Telecinco a Miguel Roig) comparando a Belén Esteban con Lady Di. A mi, que siempre he sido dianista y por ende anti Camila, me lo han puesto en bandeja. El traidor era el marido. A la princesa del pueblo (el apodo es de Blair) un hijo de la gran reina la engañaba con el támpax. A su versión choni, un camarero de bar de menús a nueve euros, con otra chica de barrio. Según cuadren las fechas, serán cuernos o no, pero traición, seguro. El caso es que a las princesas, lo sean de Gales o de extrarradio, los príncipes les han salido ranas. Lo malo que tiene ser un personaje público, ya sea real de la realeza o hiperreal de la hiperrealidad (definición que aparece en Belén Esteban y la fábrica de porcelana) es que las infidelidades —ni más ni menos que las de cualquier hijo de vecino— las conoce todo el mundo. En directo. Lo bueno que tiene ser un personaje público es que las humilladas (yo hablo de ellas porque la versión de Espartaco sobre Patricia Rato, lo siento, no me la termino de creer) normalmente no se resignan y les ponen a las ranas las maletas en la calle. Pero se equivocan los que piensan que la Esteban vive su ocaso. Si la teoría de Roig es buena, la heroína de este culebrón 2.0 subirá como la espuma. A más lágrimas, más audiencia.

Lunes billetes de 500

Resulta que cada vez hay menos billetes de 500 euros en circulación. El Banco de España y la prensa económica habrán hecho sus análisis sesudos y tal. Pero ustedes y yo hemos pensado en otra cosa. Hemos caído en la cuenta de que este descenso viene a coincidir con los malayos en el banquillo. Y puede ser casualidad, claro, pero el Frankfurter Allgemeine Zeitung titulaba su crónica sobre Malaya Miles de millones de billetes de 500 euros, tal cual, pero en alemán. Y hemos recordado, ustedes, yo, los magistrados, letrados y fiscales del proceso, que en casa de Isabel García Marcos (nick Melanie), por poner un ejemplo, la Udyco encontró más de 350.000 euros. En billetes de 500. Regalos de boda. Eso dijo ella. ¿Y qué se piensan que había en las famosas bolsas de basura? Pues según Javier Saavedra, que es un abogado mediático que igual defiende a Julián Muñoz que a Ana Obregón, a la duquesa de Alba o a Rociíto, su cliente el ex alcalde marbellí «sería el hazmerreír en el ránking de los corruptos». A ver, ¿cómo anda de billetes de 500? Pues a reír.

Martes la barriga de Penélope

Lo predije. Vamos a tener barriguita hasta en la sopa. Un embarazo es un proceso, oigan, de lo más natural. Y ¿quién no ha visto una barriga de cinco meses? Pues da igual. Hay barrigas y barrigas. Y la de Penélope todo el mundo quiere verla, medirla, comentarla, auscultarla, palparla, diría yo. Es la foto más buscada. Salta el globo sonda de que Pe va a retratarse como Dios trajo al mundo a la Demi Moore de antes de Aston Kutcher. Que la famosa pancha va a ser portada de Vogue. Pues no. No se hagan ilusiones. Las fotos son de ombligo para arriba. Los paparazzi seguirán persiguiéndola por los aeropuertos de medio mundo. Y por las tiendas pre-mamá. Pero lo entiendo. A las mujeres nos gusta saber que las estrellas gestan y paren como todas. Aunque a ellas los niños les salen ya con trajecito primoroso y carita de exclusiva millonaria de revista.

Miércoles las múltiples facetas de Carlos

La revista estadounidense Globe publica en portada un primer plano del príncipe de Gales junto a un enorme titular cuestionando su sexualidad oficialmente conocida. La prensa sensacionalista internacional es así. Y luego dicen de Sálvame. Yo no me lo creo a la luz de sus famosas conversaciones telefónicas con Camila. Por si acaso, las revistas de bien se apresuran a presentarlo como un mujeriego impenitente. Pero como, excepto a su señora y a su estricta mamá Isabel, a los demás nos da lo mismo, le tachan de cotilla. Le gusta esconderse y espiar a las visitas en su palacio, dicen. Luego le critican por señoritingo. Cuando llega a un espectáculo, tipo ópera, concierto, teatro, evento deportivo o similar, se cuenta que espera a que un ayudante servicial, a la antigua manera de los lacayos, le baje el asiento. Hace ocho años, un ex mayordomo de lady Di ya escribió que sus sirvientes le extraen la pasta dentífrica del tubo. Que está muy mal, fatal, pero lo veo muy de rancia monarquía inglesa. Y él, puede que para lavar su imagen, igual se arranca por una danza tradicional india en Jodhpur que escribe un libro eco defendiendo el desarrollo sostenible.

Jueves cría cuervos

Lluís Llongueras es una voz imitada hasta la saciedad que él siempre se negó a operar, unas rastas, un ir y venir de los pelos de las famosas a la televisión. Desde ahora pasará los lunes al sol (es un decir). A Llongueras le han despedido de Llongueras. Y ha sido su hija. Por burofax, por «no cumplir» y con un finiquito escuálido. Así contado, suena mal. Hay más fondo. El de una guerra entre la primera y la segunda familia del estilista, entre primeras y segundas esposas. Y en estas cosas mejor no entrar. Ya lo vimos en Eulen y galletas Gullón, que desde entonces me saben distinto. Es lo que pasa por mezclar negocio y hogar.

Viernes cazafantasmas

Yo, de joven, quiero ser lady Gaga. Excepto por el vestido de filetes, que ese no me lo pongo ni loca. No hay día que no sea noticia, tiene el armario repleto de mcqueens, lleva los tacones todavía más altos e imposibles que Sarah Jessica Parker o Victoria Beckham y es famosa famosísima, rica riquísima y poderosa poderosísima. Es la artista más influyente del mundo según Forbes. Las azafatas filipinas explican lo del chaleco y la mascarilla bailando al ritmo de Just Dance. Pero lo que más me gusta de las artistas famosas, ricas y poderosas es que antes muertas que sencillas. Cuentan que esta lady dispone de un equipo de cazafantasmas que busca espectros en los hoteles. ¿Recuerdan Ghostbusters? Pues igual. Y que ha contratado a un químico de la NASA para que le haga una fórmula magistral: un material que desprenda vapor sin estar caliente. Porque en Halloween, cuando todas las adolescentes se vistan de lady Gaga, ella se disfrazará de taza de té.