Los periodistas Carmen Enríquez y Emilio Oliva han trazado en Los Príncipes. Preparados para reinar un profundo retrato del heredero de la Corona y su esposa a través de los testimonios de más de sesenta personas que han compartido sus actividades oficiales y privadas.

"Hemos tratado de hacer una panorámica de los Príncipes periodística, correcta, honesta y entretenida", afirman los autores del libro que publica la editorial Aguilar y que estará en las librerías a partir de mañana. El proyecto comenzó cuando Carmen Enríquez y Emilio Oliva, autores de Doña Sofía. La reina habla de su vida (2008), se ocupaban de la información de la Casa Real en sus respectivos medios -TVE y la Agencia Efe- y tomó un nuevo rumbo tras la boda en 2004 del heredero de la Corona con Letizia Ortiz, con el objetivo de acercar los futuros Reyes de España a la opinión pública.

El libro recoge los retratos personales de Felipe y Letizia e indaga sobre la acogida de sus figuras y la de la institución monárquica. Más allá del tópico de que el Príncipe es una persona "sobradamente preparada" y algo distante, se le presenta como un hombre meticuloso, reflexivo, prudente; un noctámbulo que madruga por obligación, que disfruta comiendo un bocadillo y tomando un vino con sus amigos, y que es feliz con su vida familiar. "La Princesa ha ejercido una influencia positiva en él -señala Carmen Enríquez- porque ha contribuido a que sea más abierto y amable. Ha cambiado desde que está con ella".

El libro muestra a la princesa Letizia como una persona con una curiosidad extrema por aprender, con una gran voluntad de superación y que gracias a su afán perfeccionista ha podido adaptarse a su papel institucional, aunque ese mismo perfeccionismo la lleva a mantenerse tensa en más en algún acto público. La Princesa ha contribuido a popularizar una institución de por sí un poco rígida, señalan los autores, que, sin embargo, alertan del peligro de que el seguimiento de su imagen en determinados medios del corazón provoque la banalización de las actividades de la Corona.

El texto alcanza a sus hijas, las infantas Leonor y Sofía, e incluye anécdotas como la que contó la madre de uno de los compañeros de clase de la primogénita. El niño le preguntó "oye, tú, ¿por qué sales en las revistas que tiene mi abuela". Y ella le contestó con mucho desparpajo: "porque vivo en la casa de un príncipe".

El libro concluye que no está fundamentado "el miedo al vacío" ante el futuro relevo, ya que los Príncipes "están preparados para llevar a cabo la sucesión". "La conclusión es que, efectivamente, la personalidad del Rey es enorme, pero que lo que venga después también funcionará y que España puede dormir tranquila", destacan los autores. Y señala que "pocos son los partidarios de que don Juan Carlos abdique" y "muchos los que prefieren la fórmula tradicional de dar paso al heredero sólo a la muerte del titular de la Corona", aunque "ésa es una opción muy personal del Rey".