La plaza de toros de Castelló abrió sus puertas para ser marco un festejo como corolario del amplio programa de actos del I Día del Bou de la Comunitat Valenciana. Y en la tarde de ayer culminó este intenso y apretado calendario con la celebración de dos espectáculos en uno.

En el intermedio entre uno y otro el matador de toros Vicente Barrera leyó un manifiesto en favor de la fiesta de los toros.

El primero de ellos fue una novillada de las escuelas de tauromaquia, que comenzó a las cinco de la tarde. En él actuaron alumnos de cada una de las escuelas. El alicantino Alberto Gila lució por su expresión ante un noble astado de Pedro Jovaní. Luego, antes dos añojos muy escasos de presencia y fuerzas, el valenciano Cristian Climent exhibió un interesante corte de torero en tanto que Jonathan Varea, de Castelló, apenas tuvo opciones.

A las seis y veinte tuvo lugar un segundo paseíllo, para un festival con tres matadores de toros representando a las tres provincias. El valenciano Vicente Barrera se enfrentó a un pastueño ejemplar de Enrique Ponce al que muleteó con limpieza y seguridad. El alicantino Palazón lo hizo ante un incómodo novillo de Fernando Peña, ante el que mostró buen concepto pero también timidez y fragilidad. Y el castellonense Abel Valls no dejó de intentarlo y se arrimó a un desentendido utrero de Fernando Peña, al que mató de una gran estocada.