¿Dice que su Cádiz es un planeta aparte?

Todo el mundo lo sabe, soy de la República Independiente de Cádiz. Somos la hostia. Los franceses vinieron para acá y pensamos nos quieren quitar los carnavales, la ensaladilla rusa y los camarones y ya ve cómo salieron e hicimos una Constitución y todo. Somos muy nuestros, nada que ver con el resto. Siempre con una sonrisa en la boca. Tenemos arte.

Hace diez años era marino mercante ¿qué le llevo a entrar en el primer «Gran Hermano» de la televisión?

Como era marino mi madre me veía poco el pelo aunque no me emancipaba. De este modo me iba de casa y me tenía controlado. Yo era un gran consumidor de televisión, de Telecinco, y me gustaba la aventura. Era lo mío. Cuando uno pasa tres meses embarcado con rusos, ingleses y alemanes desarrolla el instinto de supervivencia y tiene dos opciones o no hablar con nadie o lanzarse. Para eso me sirvió la carrera.

¿Y para ganar?

Yo soy así siempre, divertido y buena gente. Procuré llevarme bien con todos pero yo no sabía qué pensaba el público.

Acaba de comenzar GH 12. ¿No han cambiado mucho las cosas? Ahora es una máquina de fama rápida y efímera.

La televisión ha cambiado y hay que reinventarse en cada edición. Pero me parece el producto perfecto para esa cadena. Se convierte en noticia, los magazines viven y se nutren de él. GH 15 igual es en una nave espacial.

Usted, tras salir de la casa ganador, no optó por ese camino, sino por las tablas.

Yo oriento mi trabajo a mis objetivos. Canalicé la popularidad. Ahora estoy en Canal Sur, por toda España con mis espectáculos cómicos y a punto de estrenar una obra y un papel en Los Miserables. Con catorce años estaba encima de un escenario interpretando a Lorca, los clásicos me apasionan. Cuando hago teatro pido personajes muy caracterizados y maquillados para que nadie me pueda reconocer. En este tiempo también he estudiado italiano, inglés, he hecho teatro, improvisación, he trabajado con Carles Castillo, un máster en audiovisuales, una tesis de adaptación de contenidos de televisión a móviles para Telecinco...

... y eso que el gravísimo accidente que sufrió supuso un parón.

Un parón, sí. Me costó muchísimo remontar desde ahí, fueron 45 días en coma. Pero salí y ahora estoy feliz, hago lo que me gusta.

¿Se arrepiente de su paso por los «realities» Gran Hermano y La Isla de los Famosos?

No, no, todo es un espectáculo. Y yo adoro a Mercedes Milá y adoro Gran Hermano. Pero no sería nunca tertuliano ni iría a programas como La Noria o Sálvame, para eso no valgo, a mí me gusta divertir.