La entrega de la Medalla del Palau de la Música a Waltraud Meier, que hizo su solemne entrada en la sala Iturbi escoltada por la guardia municipal de gala, precedió al concierto del que Alfredo Brotons daba ayer cumplida cuenta en estas páginas de Levante-EMV.

Todavía con la música excelsa de Mahler resonando en nuestros oídos, un cóctel bien provisto reunió a significativos sectores sociales en torno a la gran mezzosoprano, que se inscribe merecidamente en la listas de músicos ilustres distinguidos con el preciado reconocimiento del Palau.

La presidenta Mayrén Beneyto, vestida de negro y con un soberbio brazalete de Vicente Gracia, hizo los honores a los invitados, entre los que sobresalían brillantes damas como Alicia de Miguel -espléndida, en azul- Laura y Blanca Fitera, majestuosas, y las elegantes Mª Dolores Canós, Tere Bataller, Feli Alcántara, Mayre Girona, Mireya Albalat, Mercedes Carreras, Mª José Montoro y Frances Watts. Estuvieron presentes los consellers Mª Ángeles Ramón Llín y Alejandro Font de Mora, los pintores Vicente Colom y Antonia Mir y, entre los caballeros representativos, Santiago Grisolía, el director de la Orquesta de Valencia Yaron Traub y los doctores Laínez y Murgui. Fue bonito el momento en que, a instancias de Mayrén Beneyto, alzamos todos nuestras copas en honor de Waltraud Meier, rematando el brindis con un fuerte aplauso. Minutos después, la mezzosoprano me dirigía un guiño cómplice desde el otro lado de la mesa, al coger un dulce como una niña traviesa. Naturalidad y simpatía adornan las dotes musicales de la eximia cantante.

La efervescencia social ha sido abundate. El Rotary Club Valencia Centro celebró la XXV edición de sus premios Servicio a la Ciudad con una cena de gala en el Hotel Valencia Palace. El presidente del Club Alejandro Cebriá pronunció el discurso inicial del acto, cuyo mantenedor, Luis Donderis, trazó la semblanza de los galardonados. El alcalde de Ribarroja del Turia, Francisco Tarazona, recogió el premio otorgado a su Ayuntamiento. Por la Escuela de Empresarios EDEM lo recibió su presidente Manuel Palma. Al gerente Rafael Giménez se le entregó el del Grupo Hospitalario Quirón. Aisproyec y Comercial Felman tuvieron como destinatarios a Vicente Izquierdo y Felipe Bayo, respectivamente. Y Pedro Castellano recogió el premio a su restaurante La Marcelina.

Entre los asistentes, casi cuatrocientos, se encontraban Juan y Hortensia Roig, Ignacio y Marta Baixauli, Enrique y Ana Silla, Francisco Pons, Enrique e Isabel Teruel, Juan José Murria, y el delegado del gobernador del Distrito Rotario, Isidoro Ales.

El beneficio de la gala se traduce en una sustanciosa ayuda a la recientemente instituida Casa de la Caridad de Torrent. La verdad es que los rotarios saben compaginar muy bien sus actos festivos con la solidaridad que siempre los anima.