Las personas más felices y positivas se sienten más saludables y son menos proclives a padecer problemas de salud, al contrario de las menos optimistas, que tienden a tener más presente los problemas físicos y psicológicos que les afectan. Estas conclusiones se desprenden del estudio La Felicidad y la percepción de la salud, realizado por el Instituto Coca-Cola de la Felicidad y la Universidad Complutense de Madrid presentado ayer.

Un ejemplo recogido en la investigación muestra que la posibilidad de tener una depresión en el grupo de personas más felices es nueve veces menor que en el de los menos positivos, y la de padecer insomnio es cuatro veces menor. El informe, que se ha llevado a cabo en España sobre una población de entre 18 y 65 años y una muestra de 3.000 entrevistas, revela también que para ser optimista es muy importante la ayuda de la familia y de los amigos."El apoyo social fomenta la felicidad", explicó el doctor y co-autor del estudio, Gonzalo Hervás, sentirse acompañado mejora la salud.

Según la investigación, las personas optimistas y capaces de sobreponerse a la adversidad no ven reducida su felicidad en los momentos difíciles, algo que sí ocurre en aquellos con una visión de la vida más negativa. Una de las conclusiones generales del informe establece que, de forma general, y, según la importancia dada a un problema de salud, se cumple la relación "más afectado-menos satisfecho" y "más importancia dada-menos satisfecho".

Para Josep María Serra-Grabulosa, profesor del Departamento de Psiquiatría y Psicobiología Clínica de la Universidad de Barcelona, el ser más optimista incrementa la salud porque afecta a tres sistemas: el nervioso, el neuroendocrino y el inmunológico. Por ello, los que son más felices con asiduidad sufren menos alteraciones cardio y cerebrovasculares, y, como su sistema inmunológico se refuerza, disminuye la posibilidad de que contraigan enfermedades. "Algunos estudios indican que la felicidad aumenta la longevidad", dijo Serra-Grabulosa, quien explicó que no existe un gen que por sí solo incremente la felicidad, sino que ésta es el resultado de la influencia de diversos factores en el cerebro. "No existe un único punto que al estimularle nos proporcione la felicidad completa", relató.

El optimismo se trabaja, dijo el presidente del Instituto Coca-Cola de la Felicidad, Carlos Chauaceda. España, según diversos estudios, es uno de los países más felices de Europa a pesar de las crisis.