Como es tradicional ya año tras año, y tras la también tradicional por consabida, habitual y provocadora manifestación del grupúsculo de antitaurinos en el día del comienzo de la feria, cuando las manecillas del reloj de la basílica de San Jaime marcaron las cinco y media de la tarde, comenzó una nueva edición de la tradicional semana taurina de Algemesí.

La feria, organizada por la comisión taurina de la ciudad a cuyo frente está Leo Taléns, consta este año de siete novilladas picadas, un espectáculo de rejones como novedad y un festejo con participación de alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Valencia. El cartel anunciador de los festejos está firmado por el artista Ángel Luis González y la comisión ha editado un nuevo número de El Forat, publicación que recoge interesantes artículos sobre el pasado y el presente de los festejos taurinos en la ciudad.

El festejo inaugural se celebró con un gran ambiente en los tendidos, colmados de espectadores y con el colorido de las indumentarias de las distintas peñas cadafaleras. En el mismo se lidió un encierro de novillos propiedad del Niño de la Capea, con el hierro de San Mateo. Una ganadería que ya triunfó el año pasado en esta misma feria y que ayer, sin lidiar un lote para echar cohetes, sí que envió novillos más que aprovechables.

Compusieron un conjunto de astados de buena presencia, sobrados de cuajo y lustre.

Mucha romana lució el que abrió plaza, noble y que dejó estar aunque, falto de fuerzas, se paró pronto. También tuvo nobleza y bondad el segundo, con el defecto de una acusadísima falta de fuerzas. El de rejones se dejó y persiguió con fijeza las cabalgaduras.

Alto y muy montado el cuarto, que se dejó pegar en varas y tomó los engaños con celo y transmisión, aunque acabó desarrollando. Y el "cierraplaza", abanto y distraído en los dos primeros tercios, rompió en la muleta, tomando los engaños con fijeza y calidad. Muy agradecido, obedeció los toques y dio excelente juego.

Inauguró el ciclo el novillero de Requena Jesús Duque, quien debutó con picadores el año pasado en esta misma plaza. Ante su primero se mostró como un torero de corte vertical y apostura amanoletada. Puso de manifiesto oficio y evidenció que no le falta expresión a su torear. Su desacierto con el verduguillo le privó de cortar trofeos. Frente a su segundo comenzó muy decidido, pero luego no terminó de acoplarse, y anduvo a disgusto mientras el novillo iba desarrollando por momentos y viviéndose arriba.

Por su parte Román, quien se presentaba con picadores y que había triunfado en esta plaza como alumno de la escuela de tauromaquia, recibió por faroles de rodillas al del debut, Misionero de nombre, al que lanceó con vistosidad. Luego lo muleteó con pulso y templanza en una labor cumplidora. Sin embargo, pasó "las de Caín" manejando las armas toricidas, dando lugar a que sonasen los tres avisos antes de que el astado doblase.

No se vino abajo y con el quinto fue capaz de sacarse la espina, luciendo también con el capote. Luego trasteó, sobre todo al natural, con cadencia y templanza, sobresaliendo asimismo en los pases de pecho de pitón a rabo. Y abrochó su faena pegándose un arrimón. En esta ocasión sí acertó con el estoque y se dejó el crédito abierto. El rejoneador portugués Francisco Palha cumplió en una labor en la que se lució por su espectacularidad en quiebros y piruetas.

?Lleno en tarde soleada. Novillos de San Mateo, bien presentados y lustrosos, nobles y manejables. Destacó por su juego el 5º. El rejoneador Francisco Palha, silencio. Jesús Duque (blanco y azabache), silencio tras aviso y silencio tras aviso. Román ( rosa y oro), saludos tras tres avisos y oreja. Actuó como sobresaliente Juan Manuel Rodado (negro y rosa). Presidió el alcalde de la ciudad, Vicente Ramón García Mont. Román hizo su debut con picadores.

FICHA

Lleno en tarde soleada. Novillos de San Mateo, bien presentados y lustrosos, nobles y manejables. Destacó por su juego el 5º. El rejoneador Francisco Palha, silencio. Jesús Duque (blanco y azabache), silencio tras aviso y silencio tras aviso. Román ( rosa y oro), saludos tras tres avisos y oreja. Actuó como sobresaliente Juan Manuel Rodado (negro y rosa). Presidió el alcalde de la ciudad, Vicente Ramón García Mont. Román hizo su debut con picadores.