Los factores culturales están detrás del crecimiento, que ya parece una tendencia imparable. Las mujeres desean tener relaciones sexuales más satisfactorias y los cánones de belleza también están presentes en los momentos íntimos de una forma especial.

En la mayor parte de los casos, frente a lo que pueda parecer, son razones de «comodidad» las que impulsan a las mujeres a solicitar una intervención sobre el clítoris. Según el cirujano plástico Federico Pérez de la Romana, (miembro de la SECPRE y Active Member de la ASAPS), mediante la técnica reductora de clitoplastia, se consigue restablecer sus dimensiones para ajustarlo a los cánones (el clítoris perfecto debe medir entre 4 y 10mm), manteniendo intacta la sensibilidad. Es una zona sensible a dos patologías: agrandamiento o abultamiento, lo que puede provocar molestias cuando se viste ropa ajustada, riesgo de infecciones, baja de autoestima e incluso malestar durante las relaciones sexuales por hiper o hiposensibilidad en la zona. El procedimiento es sencillo y relativamente rápido. Durante la clitoplastia, que dura aproximadamente una hora, se realiza una pequeña incisión curva en el capuchón del clítoris y se invagina hacia dentro hasta esconderlo.

La comodidad se traduce en satisfacción en las relaciones sexuales. Es frecuente que las pacientes que solicitan una operación de labioplastia o vulvoplastia (remodelación de labios mayores o menores), sientan molestias durante las relaciones o sea su propio complejo el que le impide disfrutar de las relaciones. Habitualmente las molestias provienen de un tamaño excesivo de los labios o problemas de autoestima debidos a su asimetría. En estos casos, la intervención es muy sencilla, consiste en devolver los labios a su tamaño original, si se ha producido laxitud en los tejidos o igualar su dimensión en caso de asimetría. «Son muchas las mujeres en España que recurren ya a este tipo de intervención de cirugía íntima para sentirse mejor consigo mismas y para favorecer su sexualidad», afirma Pérez de la Romana. «No siempre son mujeres mayores las que solicitan esta intervención. A veces son jóvenes con una deformación congénita o bien que sus tejidos no han vuelto a su sitio después de partos sucesivos. La vaginoplastia no es más que el estrechamiento del canal vaginal, orientada a devolver su dimensión a su estado original», sostiene el doctor.