¿Considera suficiente la declaración del rey?

El rey ha manifestado la culpa y el propósito de enmienda pero falta la absolución. La pelota está en el tejado de los españoles. Yo creo que es un gesto Borbón de lidiar con un pase natural de pecho. Ha puesto ojos de arrepentimiento y a mucha gente le ha parecido sincero, pero ¿es suficiente? Si no, requeriría explicaciones: qué hacía tan lejos cazando elefantes y quién pagaba eso.

¿Debe darlas?

Puede darlas pero no tiene por qué. Constitución en mano, el rey no tiene obligación de informar. Si no se quiere que sea así, hay que hacer una ley de la Corona para que el rey esté bajo control del Gobierno o del Parlamento. Estaríamos entonces en un nuevo sistema, que no es de confianza sino de desconfianza.

¿Es ético y estético que el rey de España cace elefantes?

El rey dice que caza por ecología, para mantener la renovación de la especie. Le gustan los toros, la caza y los motores, que contaminan, no es como la reina y el príncipe, no es un ecologista. Lo ocurrido ha hecho ver que al rey no le quitamos el sueño, que estaba distraído en un ocio exótico y caro cuando España lo está pasando mal y está a punto de ser rescatada por Europa: ‘Usted, majestad, no está siendo nuestro rey’.

¿De saberlo, Rajoy debía haberlo disuadido del viaje?

El rey debe ser prudente y saber si una cosa es o no oportuna, tener el olfato, el instinto, la inteligencia de la política.

España es más juancarlista que monárquica, ¿esto ha dilapidado el prestigio del rey?

Lo que ha gravitado sobre este asunto es el caso Urdangarin, que está pesando como una losa. Eso, y ver que el rey está ajeno a nuestra precariedad económica y practica un ocio caro, de alto riesgo y de emociones fuertes, ha hecho reventar la confianza.

Malo que el rey pagase el safari, pero peor que se lo hayan pagado, ¿a cambio de qué?

Parece ser que ha sido invitado por unos amigos, pero no tiene por qué ser con una comisión. El rey ha estado en Arabia y en Kuwait apalabrando petróleo para España y en esos países suele funcionar el protocolo de invitarse a cacerías o hacerse regalos. No podemos ser catetos, el rey ha ido a muchas cacerías en países muy lejanos, y a caza muy mayor.

¿Se acabaron en lo sucesivo?

No tiene por qué. El rey lleva tiempo cazando elefantes y tigres: con Putin, en Kajastán, en Noruega, en Zimbabwe... pero después de lo de Urdangarin se ha desbordado el vaso. El rey no estaba donde tenía que estar y, si a eso se añade que había una compañía femenina extraña, se produce el escándalo. Eso, y que la reina se fuese a Grecia y no regresara de inmediato, encendió la alarma.

¿La autoridad moral del rey ha quedado en entredicho?

El rey no tiene poder, tiene autoridad y la autoridad moral se pierde cuando emite noticias no ejemplares: Urdangarin, disociación de la pareja regia, familia desestructurada, un chavalín que está con su padre y no le protege de las armas, doña Elena y Jaime de Marichalar no llegan a coincidir en la habitación de su hijo, la infanta Cristina y Urdangarin no pueden venir a España, los príncipes no quieren contaminarse en la fotografía… Todo eso merma la autoridad moral del rey.

¿El Rey debería abdicar?

Estamos en una larga hora oscura de la monarquía y hay una puerta abierta muy luminosa: un príncipe muy bien preparado, mejor de lo que estaba su padre. El relevo tutelado durante la convalecencia es una salida. Eso suponiendo que el rey se sintiese desautorizado o cansado. O considerase que tiene el desafecto de los ciudadanos y que la Corona podría peligrar. En ese caso, es cuestión de estatura patriótica.