¿En qué consiste su trabajo en el CERN?

En el centro se desarrollan dos grandes experimentos, el CMS y el Atlas, al que yo estoy vinculada. Son experimentos muy grandes y hay lo que se llama una colaboración de físicos. En Atlas trabajan 3.000 físicos procedentes de 176 instituciones de 38 países. Es un auténtico proyecto global. Para explicar la organización hago un símil con el Gobierno y el Parlamento. Yo soy la presidenta del Consejo de Colaboración, que es como un Parlamento en el que están representadas todas las instituciones vinculadas al experimento.

En estos experimentos la primera gran complicación consiste en organizarse.

Todo esto empezó hace más de veinte años, primero con el diseño del acelerador, luego con su construcción y desde hace dos años estamos ya en fase operativa, tomando datos de los experimentos, de los elementos que se generan en esas colisiones que detecta el Atlas.

También parecen experimentos muy programados. Antes de dar con el bosón ya se sabía la fecha aproximada en la que se podría alcanzar ese resultado.

Eso es en realidad el resultado de un éxito de la teoría. Tenemos lo que llamamos el modelo estándar de la física de partículas. Se han hecho muchos experimentos anteriores al actual, ese modelo funciona muy bien, pero le faltaba esta pieza que es el bosón de Higgs. Podríamos hablar de que el resultado estaba programado en el sentido de que era lo que cabía esperar dentro de este modelo estándar. Hemos encontrado una partícula que se parece bastante al bosón de Higgs, pero somos todavía prudentes. Es como el principio de una nueva era, porque sabemos que hay física más allá de ese modelo estándar. El acelerador funcionará hasta final de año. Después se parará año y medio para incrementar la energía, lo que nos permitirá alcanzar otras partículas. Entraremos en un terreno en el que no hay previsiones precisas.

El acelerador nos coloca entonces casi en el umbral de la ciencia ficción.

El acelerador operará en el futuro con una energía más elevada y cada vez que se llega a otro nivel de energía se abren nuevas posibilidades y podemos ver en el laboratorio partículas más masivas. Ésa es la nueva frontera de la energía.

¿Cuál es la importancia de la participación española en estos experimentos?

En el CMS hay un grupo de Oviedo, de Santander, del Ciemat y de la Autónoma de Madrid. En el Atlas hay un grupo de Barcelona, de Valencia y también de la Autónoma de Madrid. En conjunto representamos entre el 2 o el 3 % de esas colaboraciones.

¿La crisis puede poner en peligro la continuidad de España en el acelerador de partículas?

Nos va a afectar seguro. España es miembro del CERN y como tal tiene que aportar una contribución. Dentro de poco sabremos el alcance de los recortes. Funcionamos con proyectos de tres años y a algunos grupos les toca renovar este mismo año. Nos enfrentamos a recortes del 30 % o más en la asignación. El recorte afectará más al personal porque lo que corresponde al detector, lo tenemos que pagar.