El protocolo se ajusta a las "averías" del rey

La operación a la que será sometido el Rey en su cadera izquierda no se realizará antes del próximo jueves, según informaron ayer fuentes de la Casa Real después de que la infanta Pilar de Borbón asegurara que su hermano iba a ser intervenido mañana miércoles. La infanta destacó que otros miembros de la familia, como ella misma y su hermana Margarita han tenido problemas de cadera y comentó que el monarca se va a mover en cuanto pueda, una vez que sea intervenido.

El pasado viernes, el propio Rey dijo en Cádiz que volvería a "pasar por el taller" para operarse esta vez de la cadera izquierda, apenas siete meses después de que le reconstruyeran con una prótesis la misma articulación pero del lado derecho. Don Juan Carlos hizo este anuncio en el brindis de la cena que ofreció ofrecido a los líderes iberoamericanos reunidos desde en Cádiz y unas horas después de que se le viera caminando de nuevo apoyándose con unas muletas y en e brazo del presidente del Gobierno Mariano Rajoy. El jefe del Estado indicóque tiene la cadera izquierda "bastante maltrecha". Lo dijo con una sonrisa, pero no pudo evitar algunos gestos de dolor. Según parece, abandonó la cumbre en silla de ruedas.

Pese a ello, el rey recibió ayer a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ayudándose con muletas en los momentos en que tenía que permanecer de pie. Al nuevo presidente de República Dominicana le dio la bienvenida la semana pasada en su despacho en lugar del Salón de Audiencias. Hace tiempo, sobre todo dede que Don Juan Carlos se diera de bruces contra el suelo a las puertas de la sede del Estado Mayor de la Defensa, que el protocolo se ha ido adaptando a las dificultades de movilidad del monarca. De manera discreta, la Zarzuela ha recortado la duración de los actos y ha introducido rampas en todas las tribunas, como pudo verse en la entrega de la Laureada Colectiva al regimiento de Caballería Alcántara o durante el desfile militar del pasado 12 de octubre.

Durante las últimas semanas, la hermana mayor del rey ha sido señada como la posible vendedora del brazalete de Cartier de la reina Victoria Eugenia, su abuela, subastada la semana pasada. Preguntada al respecto, la infanta dijo "Yo no he sido. Ojalá me hubiera tocado a mí, pero la pulsera no es mía". Pilar de Borbón reconoció en declaraciones a un portal "rosa" de noticias que le gustaría "tener un poquito más de dinero para repartir con mi hijos, pero soy feliz y no tengo ningún problema". La joya fue llevada a la casa de subastas por un familiar del rey, "una mujer con título", y adquirida por un coleccionista europeo de identidad desconocida por 2,7 millones de euros. levante-emv valencia